Hay interesados en que la guerra que nunca debió ocurrir entre Ucrania y Rusia se extienda. ¿Podrá Trump negociando con “tierras raras” convencer a Zelenski de poner punto final al conflicto bélico?
El Ciudadano
Al llegar al poder Zelenski tuvo la oportunidad de evitar la guerra, y no profundizar el camino trazado por su antecesor Proshenko, no lo hizo, aceleró el camino al infierno abrazando a Biden.
Trump por su parte prometió que llegando a ser presidente de Estados Unidos terminaría con la guerra en 24 hrs. Su promesa ha sido la esperanza de millones de personas víctimas del conflicto militar. Hasta hoy les ha defraudado y puede que lo siga haciendo si no logra convencer a Zelenski de abandonar el poder por las buenas y dar inicio a una transición restaurando el tránsito de gas a Europa, entre otros, que hacían la vida más llevadera y pacífica en la región.
La reunión entre Trump y Putin que debía tener carácter de urgente, aún no se celebra presencialmente, mientras el apetito de Estados Unidos por las “tierras raras” en territorio ucraniano se ha hecho evidente.
“Enviamos a los ucranianos cientos de miles de millones de dólares. Tienen excelentes tierras raras. Necesito garantías, y ellos están dispuestos a dármelas», afirmó Trump con interés en los minerales, mientras ha exigido antes a Europa que aporte más recursos en favor de Ucrania, si no quiere que se le apliquen aranceles.
Por su parte Zelenski ha señalado, «Si estamos hablando de un acuerdo, entonces hagamos un trato, estamos completamente a favor».
Las llamadas “tierras raras”, son depósitos en la tierra que contienen elementos de alto valor para el desarrollo tecnológico, la industria aeroespacial y militar. Ejemplo de ellas son el escandio, lantano, neodimio, europio…
La República Popular China es la poseedora del mayor porcentaje de “tierras raras” del planeta, un 60%. Lo anterior hace que los países poseedores de depósitos de estos materiales, sean de alto interés para las potencias competidoras.
Más allá del valor del territorio de Ucrania por sus riquezas naturales, sus “tierras negras”, que hacen brotar maravillosamente cualquier cultivo, el país tiene una posición estratégica en el mapa mundo, lo que la convierte en un lugar de alto interés para Estados Unidos que compite intentando frenar el avance orgánico y no violento de China.
“La Franja y la Ruta”, la nueva “Ruta de la Seda”, se está desarrollando mediante una interconectividad orgánica que abarca el transporte terrestre, marítimo, ferroviario y digital, facilitando el intercambio de mercancías entre Oriente y Europa, y conectando directamente cualquier lugar del mundo con otro punto. Sin duda, tanto Odessa como Kiev, como puerto y nodo ferroviario, estaban considerados en este esquema estratégico.
Mientras tanto, en España, 11 años han pasado tras la reunión del presidente Xi Jinpin con Rajoy que nos recuerda al icónico tren de carga que sobre rieles ha recorrido la distancia más grande del mundo, 13.052 km. uniendo Yiwu y Madrid, moviendo varias veces millones de toneladas en ambas direcciones.
Es importante observar que solo el 3% del transporte ferroviario entre China y Europa pasaba por Ucrania. Sin embargo, el conflicto entre Rusia y Ucrania, junto con las sanciones impuestas a Rusia, ha dificultado el paso de productos a través de territorio ruso. Mientras tanto, una ruta alternativa por países al sur encarece considerablemente todo el proceso.
Lo mismo pasa con el gas encarecido con la guerra, el que podría tener un precio mucho más justo para los pueblos de Europa si transita libremente. Ya veremos cuánto se diferencia Trump de Biden.
Todo indica que Trump se reunirá primero con Zelenski en persona que con Putin, con quien reveló se ha comunicado por teléfono y tal vez lleve consigo un mensaje clave para alcanzar la paz sin necesidad de más guerra. A Musk también le interesan las tierras raras, claro está.
Entorpecer las relaciones del mundo occidental con China parece un arte en los propósitos de la oligarquía atlantista, la que en vez de construir relaciones de cooperación con el gigante asiático en distintas materias, viene jugando en “taponear” la relación entre Europa y Asia, el mundo y China.
Al parecer, todo el sufrimiento causado por décadas al pueblo árabe en Medio Oriente no ha sido suficiente, parecen querer hacer pagar a Ucrania y su pueblo inocente, otra vez, más allá de todo lo sufrido, ahora hipotecando “tierras raras” y las bondades de la “pachamama” ucraniana por más armas, muerte y guerra contra Rusia.
Si las «tierras raras» van a ser parte de un intercambio, que se conviertan en la piedra angular para un acuerdo de paz y una fuente de capital para la reconstrucción de Ucrania, en lugar de fomentar un mayor endeudamiento y seguir alimentando el conflicto y el sufrimiento entre dos pueblos «cristianos».
Las «tierras raras» ucranianas son la llave de Donald Trump a las arcas de Ucrania para cobrar lo invertido, depende de cómo se mueva en el tablero, la guerra Rusia-Ucrania termina de una vez por todas o se prolonga.
El Ciudadano