Varias novias y esposas que deseaban formar parte del ‘califato’ que fundaron los integrantes del grupo terrorista Estado Islámico han revelado cuál fue su cruda realidad: citas rápidas, peleas en dormitorios femeninos y extremistas obsesionados con el sexo.
En estos momentos, algunas se encuentran recluidas en un extenso campo de refugiados en Ain Issa, a unos 50 kilómetros al norte de Raqa (Siria).
‘Tinder yihadista’
Saida, originaria de Montpellier (Occitania, Francia), es una de las esposas del EI que logró huir junto a su hijo de 14 meses ante los avances de la operación de Raqa. Se enroló en las filas yihadistas atraída por la promesa de que podría comenzar una nueva vida con un hombre devoto, pero encontró algo totalmente diferente: la colocaron en una ‘madafa’ —dormitorio para mujeres—, donde tuvo que responder a un cuestionario para encontrar pareja.
Una vez allí, cada mujer «prepara una especie de currículum: escribe su edad, su nombre, cómo es su personalidad y qué busca en un hombre, mientras que ellos hacen lo mismo. Te reúnes, hablas durante 15 o 20 minutos y, si ambos están de acuerdo, se casan. Es muy rápido», explica Saida.
Su marido falleció durante la huida y ahora sueña con su antigua vida en Francia y con tomar el sol en bikini en el mar Mediterráneo, porque «amo la vida, trabajar, mis vaqueros, mi maquillaje y a mis padres».
Divorcios a la orden del día
May, una maestra de inglés oriunda de Homs (Siria), cuenta que no buscaba el amor cuando llegó a Raqa. Su primer marido fue asesinado por un francotirador y se dirigía a Turquía cuando conoció a un militante marroquí, a quien describe como un pacifista que no quería tomar las armas. Sin embargo, terminó en la cárcel y teme que no le volverá a ver.
«Ellas [las mujeres europeas] ven a los europeos que están en el EI, que son hombres fuertes con armas y pueden protegerlas. Es como en las películas», explica May. Sin embargo, la realidad fue otra: «Muchas quedaron muy sorprendidas porque se divorciaron al cabo de pocos días o un mes».
A este respecto, May recordó que una fémina se casó y divorció en seis ocasiones, hasta que una persona que hace las veces de juez del ‘califato’ amenazó con azotarla o encarcelarla.
«No quieren la yihad, solo mujeres y sexo»
Rahma, Fina y Noor, tres hermanas de Indonesia, pagaron grandes cantidades de dinero para viajar a la capital de facto del Estados Islámico con la esperanza de casarse con hombres que fueran «musulmanes puros» y beneficiarse de asistencia sanitaria gratuita y educación, pero no lograron su objetivo.
«Dicen que quieren hacer la yihad por el bien de Alá, pero solo quieren mujeres y sexo: es asqueroso», indica Rahma en relación a los extremistas que conocieron.
Noor quedó sorprendida por las peleas que presenció en los alojamientos femeninos: «La actitud de las mujeres dentro del dormitorio es muy diferente, está muy lejos del islam» porque tienen «una actitud hostil, chismorrean, se gritan y luchan entre sí».
FUENTE: RT