El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció hoy la «cancelación» de la política de Barack Obama hacia Cuba y se mostró dispuesto a negociar «un acuerdo mejor» con la isla, pero solo si hay avances «concretos» para la celebración de «elecciones libres» y la liberación de «prisioneros políticos».
«No levantaremos las sanciones a Cuba hasta que todos los prisioneros políticos sean libres, todos los partidos políticos estén legalizados y se programen elecciones libres y supervisadas internacionalmente», dijo Trump durante un discurso en Miami (Florida).
El gobernante retó a Cuba «a acudir a la mesa (negociadora) con un nuevo acuerdo que esté en el mejor interés tanto de su pueblo como» del estadounidense, y dio por «cancelado» el marco acordado entre Obama y Raúl Castro para normalizar las relaciones bilaterales.
El mandatario estadounidense advirtió, sin embargo, que «cualquier cambio» a su postura hacia Cuba dependerá de «avances concretos» hacia objetivos como las elecciones libres, la liberación de presos políticos y la entrega a la Justicia estadounidense de «criminales y fugitivos» que han encontrado refugio en la isla.
«Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor», aseguró Trump.
«Nuestra embajada permanece abierta con la esperanza de que nuestros países puedan forjar un camino mucho mejor», añadió Trump, que no ha tomado ninguna medida para rebajar el nivel de relaciones diplomáticas con la isla.
El mandatario aseguró que confía en que «pronto» llegue el día en que haya «una nueva generación de líderes» que implemente esos cambios en Cuba, dado que el presidente cubano, Raúl Castro, dejará el poder en febrero de 2018.
El presidente anunció que se «restringirá muy robustamente el flujo de dólares estadounidenses a los servicios militares, de seguridad y de inteligencia» de la isla, y dará «pasos concretos para asegurarse de que las inversiones» de empresas estadounidenses «fluyen directamente al pueblo».
«Implementaremos la prohibición del turismo, e implementaremos el embargo», sentenció Trump.
Los cambios anunciados por la Casa Blanca incluyen la prohibición de los viajes individuales para hacer contactos con el pueblo cubano, conocidos en inglés como «people to people travel», y la posibilidad de auditoría a todos los estadounidenses que visiten Cuba para comprobar que no violan las sanciones de EEUU.