El primer ministro griego, Alexis Tsipras, primer gobernante de la izquierda en esa nación, convocó a una gran alianza europea de fuerzas democráticas y progresistas para derrotar a la extrema derecha y al neoliberalismo en las próximas elecciones europeas.
“Todos los que creemos en este sueño europeo tenemos que reconocer las grandes diferencias ante los mayores peligros y no podemos dejar que la idea europea se diluya con el catastrófico neoliberalismo y la extrema derecha monstruosa. La salida es avanzar con democracia, transparencia y justicia«, manifesto Tsipras.
La declaración del Mandatario ocurre justo después de que su país cumplió los memorandos para el llamado rescate, que significó «ocho años de colapso y quiebra».
Tsipras, participó en el pleno del Parlamento Europeo, el mismo escenario al que se presentó hace tres años para pedir la retirada de los recortes impuestos por la troika: «Fueron muy pocos entre ustedes los que creyeron que podía lograr el éxito«, reprochó a los eurodiputados, «y lo hemos logrado. Tres años más tarde, es un país distinto».
Advirtió que la gestión de la crisis económica aumentó las desigualdades sociales en los Estados miembros y dentro de ellos. Han crecido las capas de la pobreza y el miedo. La gestión neoliberal es la que alimenta el monstruo del nacionalismo y el monstruo de la extrema derecha, que ha pasado a estar en el primer frente. Se está introduciendo su agenda racista en el debate político, la política está dominada por el discurso xenófobo y está generando nuevas tendencias en países clave para el futuro de Europa. Es la mayor amenaza de división para Europa«.
Tsipras resaltó que los próximos comicios europeos serán “el momento de derrotar el neoliberalismo y la extrema derecha reforzando la solidaridad de los pueblos europeos. Y en esa lucha, todas las fuerzas democráticas progresistas, democráticas y europeístas tienen que encontrarse en el mismo lugar de la historia y no permitir que Europa camine hacia atrás».
Nuevas perspectivas
Con respecto a la situación interna de su país, Tsipras afirmó que es el momento «de ofrecer nuevas perspectivas a nuestro pueblo, y de seguir en la senda del equilibrio presupuestario. Grecia demostró cuánto creemos en la construcción europea, incluso en los momentos en los que Europa ha criticado al pueblo griego. Han sido ocho años de crisis griega, y todos tenemos que sacar conclusiones sobre la Europa que queremos. Lo que está en juego para Europa es de carácter existencial: la gestión de las crisis económica, refugiados y seguridad ha demostrado las grandes deficiencias y contradicciones. Esto se ha convertido en una crisis estructural del proyecto europeo».
«Durante la crisis», prosiguió, «la UE no se ha hecho más democrática, sino más tecnocrática y nacionalista. Las decisiones se toman a espaldas de los ciudadanos. Los tecnócratas han diseñado planes, como los de la troika, guardándose las llaves del control económico sin entregárselas a nadie. La gestión de la crisis económica ha aumentado las desigualdades sociales en los Estados miembros y dentro de ellos han crecido las capas de la pobreza y el miedo».
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