Un total de 29 ex oficiales de policía turcos comenzaron a ser juzgados este martes por su relación con el frustrado golpe de Estado de julio pasado. Será la primera vez que acusados por el alzamiento, que enfrentan el cargo de desobedecer las órdenes de defender el palacio del presidente Recep Tayyip Erdogan, se sientan en un tribunal en Estambul para responder a los cargos.
También este martes, fuerzas de seguridad turcas lanzaron una operación para detener a 45 miembros de las fuerzas navales por su presunta relación con el alzamiento, informaron medios locales, en medio de una fuerte purga con 40.000 personas detenidas y más de 100.000 despedidos de dependencias públicas.
El 15 de julio, en un intento por derrocar el gobierno, un grupo de oficiales militares sublevados y numerosos soldados atacaron el Parlamento y las sedes de otras importantes instituciones con tanques, aviones y helicópteros de guerra, pero fueron derrotados al día siguiente. Los hechos dejaron un total de 240 muertos.
Turquía acusó a la red de seguidores del clérigo musulmán Fetullah Gülen de haber organizado el intento de golpe, pero los cargos fueron negados por el predicador, un ex aliado rival del presidente turco que vive exiliado en Estados Unidos.
21 cadenas perpetuas
Uno de los abogados representante de las víctimas del golpe, Orhan Cagri Bekar, aseguró que «los implicados en el intento de golpe tienen que tener un juicio justo». «Aquellos que se declaren culpables tendrán que ser condenados a la pena más grave posible porque se trata de una traición al país», dijo.
La fiscalía pide tres cadenas perpetuas por 21 policías y penas de entre 7,5 y 15 años de prisión por otros ocho agentes.
Este es el primer procesamiento, pero el que levantará más expectación será el macrojuicio para los considerados líderes del alzamiento. El ejecutivo turco aseguró que levantará una construcción especial para ese evento.