Un tribunal de Turquía ordenó este domingo el arresto de los coalcaldes de la localidad de Diyarbakir, capital de la provincia homónima (sureste), investigados por cargos de «terrorismo».
La alcaldesa Gültan Kisanak fue detenida el martes pasado bajo acusaciones de mantener vínculos con el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), proscrito por el Gobierno turco, y también fue arrestado el coalcalde de la ciudad Firat Anli.
Kisanak y Anli fueron trasladados a un juzgado para ser interrogados y enviados a prisión preventiva después de declarar durante toda la el día. La misma medida fue aplicada a la exdiputada Ayla Akat Ata, detenida durante las protestas por el arresto de la alcaldesa.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan defendió que la destitución de cargos públicos de elección popular, así como de funcionarios, forma parte de la purga lanzada tras la asonada militar del pasado verano.
Desde que tomó el poder en Turquía, Erdogan ha impulsado una campaña de represión y hostigamiento contra los simpatizantes del PKK a quienes ha calificado de terroristas.
En septiembre pasado las autoridades turcas nombraron nuevos cargos públicos en una veintena de localidades kurdas tras cesar a los alcaldes electos por sus presuntos nexos con los insurgentes del PKK, lo que desató una ola de protestas en la región sur de Turquía.
El PKK es un partido político que desde 1984 lucha contra Ankara, capital turca, con el objetivo de formar un Estado y hacer respetar el derecho de los kurdos que suman unos 12 millones.
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