Alargar los acuerdos de Minsk hasta el 2016 fue uno de los puntos de acuerdo que establecieron el presidente ruso, Vladímir Putin, la canciller de Alemania, Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande, y el presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, en una conversación telefónica para tratar el tema de Ucrania.
El cuarteto de Normandía ha subrayado «la necesidad crucial de cumplir con precisión el régimen del alto al fuego en la línea de contacto en Donbass«, lo cual «crearía las premisas para llevar a cabo las tareas relacionadas con el avance de la normalización política».
Los acuerdos se concretaron en activar las negociaciones para promover la ley sobre las elecciones locales en las regiones de Donetsk y Lugansk, analizar a partir del próximo 2016 el cumplimiento de los acuerdos de Minsk y mantener el contacto entre los líderes de los cuatro países.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, insistió en la necesidad de modificar la Carta Magna ucraniana para incluir un estatus especial para Donbass, que descentralice las condiciones estatales de Ucrania y que permita, por ejemplo, a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk utilizar el idioma ruso como una de las lenguas oficiales y también tener vínculos económicos con Rusia, entre otras prerrogativas políticas.
Ucrania podría restringir libre comercio con Rusia
Por otro lado, el Gobierno ucraniano acordó suspender a partir del próximo mes de enero la zona de libre comercio con Rusia y vetó un grupo de mercancías.
Las medidas propuestas por el Ejecutivo entrarán en vigor sólo en caso de que Rusia active las restricciones comerciales contra Ucrania, en caso contrario Kiev no implementará los acuerdos.
Anteriormente, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó la ley que suspende la zona de libre comercio con Ucrania, hecho por el cual desde Europa acusaron a Rusia de violar acuerdos de Minsk.
La aplicación, a partir del próximo mes de enero, de la zona de libre comercio entre la Unión Europea y Ucrania implicaría que Rusia establezca los derechos de aduana en relación con el país vecino para impedir una avalancha de productos europeos libres de aranceles, además de un embargo agroalimentario similar al que aplica a los países occidentales que impusieron sanciones a Moscú por su supuesta implicación en la crisis ucraniana.
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