Desde su llegada al Gobierno, el 1 de junio de 2018, el ultraderechista se ha empeñado en erradicar la inmigración ilegal para “limpiar Italia” y mantener los puertos cerrados para las embarcaciones con migrantes
El principal enemigo de los inmigrantes, Matteo Salvini, anunció que se presentará como candidato a Primer Ministro de Italia en las próximas elecciones, a costa de dinamitar la escena política de su país.
Desde su llegada al gobierno el 1 de junio de 2018, el actual vicepresidente, ministro del Interior y dirigente del partido de ultraderecha“Liga” se ha empeñado en erradicar la inmigración ilegal para “limpiar Italia”.
Desde entonces su lema ha sido: «menos llegadas de inmigrantes a Italia y más repatriaciones«.
Sin embargo, su política antimigratoria sufrió un revés esta semana cuando un tribunal italiano se pronunció a favor de una apelación del barco de la ONG española Open Arms sobre el decreto de seguridad de Salvini, el cual que prohíbe la entrada de barcos humanitarios en sus aguas territoriales sin autorización y bajo amenaza de multa de un millón de euros.
El fundador de la organización benéfica Proactiva Open Arms, Oscar Camps, anunció la decisión que tomó el Tribunal Administrativo Regional de Lazio, debido a la «situación de gravedad y urgencia excepcionales» y para que «las personas rescatadas que lo necesiten reciban asistencia médica».
“Hemos revocado el decreto de Salvini que nos prohibió ingresar a las aguas italianas bajo la amenaza de confiscar nuestro bote. Podemos (ahora) entrar en aguas italianas sin temor a ser multados o confiscados nuestro barco”, dijo en declaraciones a los medios.
De hecho, el barco de la ONG, luego de pasar dos semanas en el mar Mediterráneo, ya está en Italia, e incluso la Marina Militar de la nación europea fue la encargada de escoltarlo.
Sin embargo, todavía no ha atracado en el puerto de Lampedusa y permanece a la espera con 138 migrantes a bordo, a menos de un kilómetro de distancia respecto al puerto de la isla siciliana.
Hasta el momento cinco de los migrantes con su acompañantes fueron evacuados de la embarcación y se encuentran en Lampedusa para poder recibir asistencia médica y psicológica.
Es posible que la delicada situación que se vive en el barco de Open Arms pueda mejorar, ya que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, informó que los gobiernos de Francia, Alemania, Rumanía, Portugal, España y Luxemburgo le comunicaron que acogerán a parte de los migrantes.
La ira de Salvini
Los medios se hicieron eco de la ira de Salvini quien, en plena crisis del Gobierno que él mismo ha provocado, arremetió contra la entrada de un buque de migrantes a aguas territoriales Italia, ya que incide directamente en su credibilidad ante sus seguidores ultraderechistas y deja sin acción el decreto en el que reafirmó la denegación de acceso del Open Arms.
«¿Cómo puede ser que un barco español, de una ONG española, tenga que entrar en las aguas de nuestro país?», preguntó en un mensaje publicado en la red social Twitter.
La molestia de Salvini también se debe a que el presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, no se opone a que el buque entre a territorio italiano, y hasta le envió una carta al ultraderechista pidiéndole asistencia para los migrantes.
Asimismo, la ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, rechazó firmar el decreto para impedir la entrada en aguas italianas del Open Arms. «No firmo en nombre de la humanidad», aseveró.
Al respecto Salvini declaró: «Continúo y continuaré negando el desembarque de quien pretende traer a unos clandestinos siempre en Italia. Si alguien lo ve de otro modo tendrá que asumir su responsabilidad».
También respondió a Conte mediante una carta publicada en sus redes sociales en la que aseguró que con él «los puertos están y permanecerán cerrados a los traficantes y sus cómplices extranjeros (…) sin esta firmeza, la Unión Europea nunca habría movido un dedo, dejando a Italia y a los italianos solos, como lo hizo en los años de los gobiernos de Renzi y PD».
Criminalización de los migrantes
Con Salvini como vicepresidente y ministro del Interior, Italia adoptó a finales del año pasado una dura ley contra los migrantes, y entre los puntos más polémicos sobresalen las multas de hasta con 5.500 euros a quien rescate migrantes, así como la decisión penalizar el ingreso de barcos de rescate en sus aguas territoriales.
Incluso, este año el ultraderechista fue más allá, al cerrar el mayor centro de refugiados de Europa, ubicado en la localidad de Minea.
Bajo este escenario, la afluencia de migrantes se ha vuelto una especie de chivo expiatorio del actual gobierno italiano y de Salvini.
Según Alexander Arciniegas, investigador y experto en política internacional, Salvini alimenta en la opinión pública el miedo a un enemigo “artificialmente creado y magnificado, al que le atribuyen los problemas que viven los ciudadanos”.
Sin embargo, señala que cuando se mira la realidad de los datos queda claro que se trata de un “distractor o un chivo expiatorio que sirve para ocultar la corrupción, la desigualdad y la concentración de la riqueza que su gobierno tolera y promueve”.
Para el analista, la política de Salvini de criminalizar o volver la migración un tema de seguridad, “lamentablemente no es fenómeno aislado» y que ocurre solo en Italia,
«Basta ver las redadas de Donald Trump en las ciudades norteamericanas e, incluso, las posiciones xenófobas frente a la migración venezolana en América Latina”, dijo citado por el portal La Vanguardia.
Efectos en Italia
La política de puertos cerrados de Salvini también afecta a los propios italianos, pues al menos 5.000 trabajadores del área de asistencia a inmigrantes ya no tienen trabajo.
«No hay duda de que esto es consecuencia del reciente revolcón en el sistema de acogida de inmigrantes», condenó Pietro Mariani, director de la Cruz Roja en Roma.
«Muchos que se estaban encaminado hacia el sector humanitario, que eran profesores de italiano, psicólogos, asistentes sociales, han perdido su empleo de un día a otro, así como los migrantes, quedaron en la calle«, subrayó en declaraciones a France24.
En 2018, más de 100.000 italianos abandonaron su patria para buscar nuevas oportunidades, ya que es el segundo país en Europa con la mayor tasa de desempleo, después de España, y la cifra no deja de aumentar.
Primer ministro a toda costa
La semana pasada, Salvini dio por rota la coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga -coalición que sustenta al Ejecutivo-, y pidió al Primer Ministro acudir “inmediatamente al Parlamento”, donde introdujo una moción de censura en su contra.
Asimismo, el ultraderechista pidió elecciones anticipadas cuanto antes, porque «ya no hay una mayoría de Gobierno» en el Parlamento y anunció que está dispuesto a presentarse como «candidato» en los nuevos comicios que podrían tener lugar entre octubre y noviembre.
Salvini ha aprovechado la victoria obtenida por la Liga con 34 % en las legislativas europeas para llamar a elecciones y separarse de sus socios.
No obstante, para el analista Manuel Tori, la urgencia de adelantar las elecciones, previstas inicialmente para marzo de 2023, responde a que el vicepresidente tiene que intentar desviar la atención lo más hábilmente posible con relación al fraude de 49 millones de euros por parte de la Liga en detrimento del Estado italiano.
En un artículo reseñado por el portal Público, Tori recordó que recientemente el Tribunal de Casación de la Justicia italiana confirmó que la Liga, tendrá efectivamente que devolver 49 millones de euros a las arcas públicas del Estado italiano sobre la base de reembolsos fraudulentos de carácter electoral.
«Los delitos, sin embargo, ya han prescrito para los responsables y no habrá multas para ellos«, indicó.
Según los medios, es probable que para las nuevas elecciones Salvini se una a Berlusconi (Forza Italia) y a Giorgia Meloni (Hermanos de Italia), para formar una coalición de centro-derecha con miras alcanzar la mayoría absoluta.
Pero, por lo pronto, habrá que esperar para saber qué ocurrirá en los próximos días porque, técnicamente, aún no ha caído el Ejecutivo hoy presidido por Giuseppe Conte.
La propuesta de Salvini era que la moción de censura se aplicara el miércoles 14 de agosto, pero en una sesión en el Senado, el M5S, el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y otras formaciones de izquierdas rechazaron esta posibilidad. Votaron que Conte intervenga en la cámara alta el próximo 20 de agosto y la moción quedó pospuesta.
«La derrota de Salvini evidencia que cometió un grave error político, pues consideró que haría una marcha triunfal hacia el poder con elecciones inmediatas, pero no tuvo en cuenta la posible reacción contraria a las elecciones de otras fuerzas políticas: Su prepotencia al pedir a los italianos «plenos poderes», causó enorme preocupación en muchos sectores que hablaron de «emergencia nacional» e invocaron la urgencia de parar al ultraderechista», reseñó el diario ABC.
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