El presidente de Bulgaria, Rumen Radev, se ha visto envuelto en una situación incómoda cuando visitó el pueblo de Strandja (en el sureste del país) para presenciar un peculiar ritual tradicional que consiste en bailar descalzo sobre brasas. El mandatario estaba paseando cuando se acercó una joven atraída por la atención que las cámaras estaban prestando a Radev y empezó una conversación relajada con él sin saber que se trataba del líder del país, informa Bgnews.
La chica, que resultó ser una turista de Brasil, se fotografió abrazada al presidente ante la cara de circunstancias de su esposa y después le preguntó a Radev que por qué era tan importante.
«No, yo no soy tan importante. Soy un búlgaro más», contestó el mandatario, que acabó reconociendo ante la incredulidad de la chica que era el presidente.
Radev asumió la presidencia del país el 22 de enero de 2017. Antes de su entrada en política, sirvió como comandante de la Fuerza Aérea de Bulgaria.
FUENTE: RT