Unicef celebró hoy la liberación de las 82 chicas de Chibok (Nigeria) secuestradas por el grupo yihadista Boko Haram en abril de 2014 y pidió a las autoridades que les proporcionen apoyo psicológico y social para que puedan retomar sus estudios y superar el trauma sufrido.
«Se enfrentarán a un proceso largo y difícil para reconstruir sus vidas después del horror indescriptible y el trauma que han sufrido a manos de Boko Haram», afirmó en un comunicado el representante de Unicef en Nigeria, Pernille Ironside.
En este sentido, la organización se ofreció para colaborar con las autoridades nigerianas en el apoyo psicológico y social a las menores para que puedan reunirse con sus familias y continuar con su educación.
De momento, Unicef ya ha prestado ayuda para identificar a las chicas y realizarles pruebas médicas antes de su traslado a Abuya, donde van a reunirse esta tarde con el presidente nigeriano.
Las 82 chicas formaban parte de las casi 200 que Boko Haram mantenía secuestradas desde abril de 2014, cuando asaltó una escuela de secundaria de la localidad de Chibok (noreste) y se llevó a las menores.
Unicef elogió la labor del Gobierno nigeriano que, tras largas negociaciones con los terroristas, ha conseguido la liberación de decenas de secuestradas a cambio de la puesta en libertad de algunos sospechosos de Boko Haram.
Sin embargo, puntualizó, «seguimos profundamente preocupados por las miles de mujeres y niños que todavía permanecen retenidos por Boko Haram. Se deben hacer mayores esfuerzos para proporcionarles seguridad y llevarles a casa con sus familias».
Boko Haram adquirió gran notoriedad internacional con el secuestro de las niñas de Chibok, incluso antes de venderse como una franquicia del Estado Islámico (EI) en África al declarar su propio califato islámico en el norte del país.
Actualmente la milicia radical ostenta el récord de ser el grupo terrorista más despiadado del continente, con más de 20.000 muertos y un millón de desplazados.