España vuelve a ser un país receptor de inmigrantes. En 2016 llegaron a vivir más personas de las que se fueron, algo que no pasaba desde 2009, cuando la crisis económica ahuyentó a nacionales y extranjeros. Esto ha provocado que por primera vez en cinco años aumente la población, que al 1 de enero de 2017 era de 46,53 millones de habitantes, un 0,19% más que un año antes, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
España vivió una fortísima llegada de inmigrante sen los tiempos de fuerte crecimiento económico derivados de la burbuja inmobiliaria, a comienzos de siglo. Esa llegada se frenó en secó en 2009 con la crisis económica. Aquel año era hasta ahora el último en que la llegada de inmigrantes superaba a la salida de emigrantes. Con la crisis, no solo muchos extranjeros volvieron a sus países o buscaron otros destinos, sino que también la salida de españoles en busca de oportunidades se disparó.
En lo peor de la crisis económica, en 2013, España perdió un cuarto de millón de habitantes por esta vía. Desde entonces, la inmigración empezó a recuperarse y la emigración perdió intensidad. Ya en 2015, llegaron más extranjeros que los que se fueron, pero la salida de españoles hacía que aún predominase por escaso margen la emigración. Por fin, en 2016 el saldo migratorio volvió a ser positivo en 89.126 personas, con la llegada de inmigrantes más intensa desde 2008: 417.033.
El 85% de los recién llegados son extranjeros y solo el 15%, españoles que vuelven desde el exterior. Durante 2016 llegaron a vivir al país 354.461 extranjeros, mientras que salieron 241.795.
El país desde el que llegan más inmigrantes es Venezuela. Casi 30.000 personas vinieron en 2016 desde ese país, sumido en una profunda crisis política y económica. De ellos, más de 10.000 tenían la nacionalidad española. Descontando las cerca de 2.000 personas que emigraron de España a Venezuela, el saldo migratorio se quedó en 27.674 personas. Con todo, en España sigue habiendo relativamente pocos venezolanos (63.491 en 2016) pues no era un origen habitual de inmigración.
La mayoría de extranjeros residentes en España siguen siendo rumanos y marroquíes: 678.098 del primer país y 667.189 del segundo. Marruecos fue el segundo país del que llegó un mayor flujo migratorio neto, de 21.386 personas.
Rumania sigue siendo un país de procedencia de inmigrantes, pero el número de nacionales de ese país en España se redujo. Eso se debió a que casi 53.000 rumanos decidieron abandonar España durante 2016, sobre todo porque se fueron a vivir a otros países, mientras que llegaron 28.850 rumanos (de Rumania y otros países).
Si se atiende a la nacionalidad de los inmigrantes, independientemente de su origen, la que más aumentó su presencia en España en números absolutos el año pasado por las migraciones fue la colombiana, con 16.809 ciudadanos. Sin embargo, la población de colombianos aumentó mucho menos en este caso, sobre todo, porque quienes se nacionalizan españoles dejan de contar como colombianos.
Nacionalizaciones
De hecho, 150.739 personas nacidas en otros países se nacionalizaron españolasen 2016. Eso explica que el INE registre que hay 81.957 españoles más residiendo en España, cuando la población total aumentó en 88.867 personas respecto a comienzos de 2016, el primer crecimiento en términos anuales desde 2011.
Tras Venezuela, Marruecos, Colombia y Rumania, el quinto país con el que se registró un mayor saldo migratorio neto fue Italia, con la llegada de cerca de 15.000 personas. El país europeo del que llegan más inmigrantes es Reino Unido, pero también es el preferido de los españoles que salen, de modo que el saldo migratorio es en este caso menor.
Honduras, Brasil, China, Argentina y Perú completan la lista de los 10 países de los que llegó un mayor flujo neto de inmigrantes a España en 2016.
Los españoles aún prefieren Reino Unido
Todavía son más los españoles que dejan el país que los que regresan. El año pasado, emigraron 86.112 (un 9% menos que un año antes), y volvieron 62.572 (un 20,1% más). De los que se fueron, el 63% eran nacidos en España. Reino Unido es el mayor destino de emigración española y a pesar de los temores que ha generado el Brexit, el proceso de divorcio con la Unión Europea que se decidió en referéndum en junio de 2016, el retorno ha sido menor que las nuevas emigraciones hacia las islas. Por cada tres españoles que se fueron allí en 2016 (12.705), solo uno vino (4.101).
El 14,8% de españoles que emigró al extranjero fue a Reino Unido. Los otros países a los que más se mudaron los españoles fueron Francia, con 10,8% (9.294 personas), Alemania, con 9,9% (8.503), y Estados Unidos, con un 9,7% (8.314).
Solo con dos de los principales países España tuvo un saldo migratorio negativo en 2016: Alemania y Suiza.
FUENTE: EL PAIS