Si hubiese sido un hombre blanco, no le hubieran hecho esto, dijo el director de la organización Coalición por la Justicia del condado de Galveston, Leon Phillips
Un nuevo escándalo ocurrió esta semana en la ciudad costera de Galveston, Texas (sureste de EE. UU.) cuando la Policía local detuvo bajo sospecha de haber entrado en un edificio privado sin permiso a Donald Neely, afrodescendiente de 43 años, a quien ataron de una cuerda y llevaron por el medio de la calle.
Los agentes blancos a caballo ataron al detenido con la soga para conducirlo a la estación policial. Transeúntes realizaron una grabación que se hizo viral en las redes sociales y provocó una gran indignación entre los internautas, quienes compararon el suceso con la vergonzosa época de la esclavitud.
Ante el rechazo generalizado, el jefe de policía de Galveston, Vernon Hale, se vio obligado el lunes a pedir disculpas por esta «vergüenza innecesaria». Pero sus palabras, al parecer, fueron peores. El agente explicó que los oficiales «no tenían malas intenciones» y que se trata de «una técnica entrenada» que en algunas situaciones es la «mejor» práctica.
No obstante, aseveró cambiar «de inmediato» esta «técnica» y sustituirla con otras «opciones» más apropiadas: «Entendemos la percepción negativa de esta acción y creemos que es más apropiado dejar de usar esta técnica», señaló.
El director de la organización Coalición por la Justicia del condado de Galveston, Leon Phillips, en una entrevista publicada hoy miércoles por la cadena británica BBC, denunció el comportamiento discriminatorio de la Policía y reveló que Neely sufre enfermedades mentales y que los oficiales deberían haber esperado la llegada de un vehículo sin importar cuánto tiempo demorara.
Phillips dijo que se trata de un incidente que es «difícil de hablar» como residente de Galveston, una ciudad con un pasado de esclavitud.
«Este fue un error estúpido. (…) Lo que sí sé es que si hubiese sido un hombre blanco, no hay forma de que le hubieran hecho eso», censuró mientras puso en entredicho las explicaciones del jefe de policía de Galveston.
El incidente ocurrió en el mismo día que se registró un tiroteo mortífero en un centro comercial de El Paso, en el estado de Texas, que dejó 20 muertos, entre ellos seis mexicanos.
La violencia y el racismo se han incrementado en este país, y muchos creen que se debe a la retórica antimigrante y discurso de odio promovido por el presidente Donald Trump.