La represión militar en Birmania dejó este sábado su jornada más sangrienta, al registrar 91 fallecidos, la mayor cifra desde el golpe de Estado del pasado mes de febrero.
De acuerdo con un despacho de la agencia de noticias EFE, las víctimas mortales se registraron durante las manifestaciones celebradas en unas cuarenta ciudades en regiones y estados como Rangún, Mandalay, Sagaing, Bago, Magwe, Tanintharyi y Kachin.
Hasta la fecha, desde el pasado 1 de febrero, ya se contabilizan aproximadamente 400 muertes.
La represión se generó mientras el Ejército celebraba el Día de las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con un despacho, la Junta Militar advirtió que a las personas que manifestaran se les dispararía por la espalda y en la cabeza.
Los militares tomaron el poder con la excusa de un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de la líder depuesta y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, y que fueron declarados legítimos por los observadores internacionales.
Desde el golpe, la junta militar ha detenido a más de 3.000 personas, incluida Suu Kyi y gran parte de su Gobierno, quienes se encuentran en su mayoría incomunicados.