El mundo fue testigo de una nueva tragedia marítima, cuando la embarcación que llevaba a un grupo de migrantes naufragó a solo 50 metros de las playas de Bodrum, en Turquía.
Un obrero, que desde tierra escuchó los gritos, se lanzó al agua para intentar salvar la vida de una niña a la que sacó inconsciente. Horas más tarde se le informó que su esfuerzo fue en vano, al reportarse la pequeña entre las víctimas fatales.
#Bodrum'da #sığınmcaı teknesi battı! 2 #çocuk hayatını kaybetti.
Denize dalan vatandaşlar 3 çocuk 4 #kadın 5 #erkek denizden çıkardı.https://t.co/yM6kTbEGJz pic.twitter.com/uFgIrpNetl— ARSA (@arsa_org) October 22, 2018
En total, 17 personas fueron rescatadas en alta mar y tres llegaron a nado a la costa. En el grupo viajaban mujeres y niños. Se desconoce su nacionalidad y se supone que habían embarcado hacia una isla griega.
Cinco de los rescatados fueron trasladados a un hospital de la zona, donde dos de ellos, menores de edad, fallecieron. Los guardacostas siguen con las labores de búsqueda del resto de refugiados.
Turquía fue uno de los principales puntos de paso para más de un millón de migrantes cuando intentaban alcanzar Europa vía maritima en 2015, muchos de ellos huyendo de situaciones de conflicto y pobreza en Oriente Medio y África.
El flujo de migrantes y refugiados se vio drásticamente reducido en 2016, a partir de un acuerdo entre Turquía y la Unión Europea, después de que cientos de migrantes murieran cuando intentaban llegar por mar hasta las islas griegas desde la costa turca.
https://www.youtube.com/watch?v=V_u4rEwPzRw
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