El este de Francia se prepara para lluvias torrenciales, tormentas y vientos tras el fenómeno climático que afecta Alemania, Luxemburgo y Bélgica, con más de 150 muertos y 1.300 desaparecidos en la subida de las aguas.
La Chaîne Meteo francesa dispuso «alerta naranja» en 17 departamentos «en riesgo importante de inundaciones y precipitaciones y fuertes vientos» en la mañana del viernes, especialmente cerca del Mediterráneo y en el valle de Rhone.
Entre los departamentos afectados por el alerta se encuentra Moselle, Meurthe y Mosselle, en la frontera con Alemania, Ain, Ardennes, Cote d´Or, Jura, Vosges, Savoie, Bas Rhin y el territorio de Belfort. Las inundaciones importantes se esperan en Vosges y Jura, con el riesgo de deslizamientos de tierra.
Las autoridades temen el fenómeno que ahora conmueve el oeste de Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Las violentas tormentas, inundaciones y deslizamientos han provocado más de 120 muertos en Europa, de ellos hay al menos 110 en Alemania y 12 en Bélgica.
Helicópteros buscan sobrevivientes
En Alemania 1.300 personas están consideradas como desaparecidas. Cayó la misma cantidad de agua en 48 horas que en dos meses de precipitaciones.
Helicópteros han sido desplazados para buscar sobrevivientes en Alemania y Bélgica.
La canciller Angela Merkel analiza regresar de Washington anticipadamente cuando se encuentra en plena gira de despedida.
“Estoy profundamente conmovida por el sufrimiento de estas personas afectadas, temerosa que la verdadera amplitud de la catástrofe sea conocida en los próximos días” dijo la canciller.
El cambio climático como causa
El cambio climático va a marcar la campaña de su reemplazo y la presidencial francesa el año próximo.
Las imágenes en Alemania son de desolación. Autos y casas arrastradas por la corrientes, caravanas semi hundidas en medio de ríos crecidos aterradoramente y con poderosa fuerza del agua.
Los autos flotan en la calle principal de Bayenberg en Alemania, donde el agua llegó hasta el primer piso de los edificios. En Bad Münstereifel , los automóviles han quedado atrapados entre bloques de cemento. El asfalto ha desaparecido en Hagen.
La imagen de la destrucción
El oeste de Alemania es la imagen de la destrucción, en una catástrofe que se extiende desde Rhenania Palatinat a Renania Norte Westfalia. Una escena nunca vista en el país más desarrollado de Europa.
Se teme la ruptura de la represa de Rurtalsperre, que está cerca del borde con Bélgica, y la de Steinbachtalsperre en las proximidades de Bonn.
La lista provisoria de muertos puede aumentar. Los cuerpos de nueve personas que vivían en un centro de discapacitados arrasado por la fuerza de las aguas fueron encontradas en la noche del jueves en Alemania. Fueron sorprendidos por la suba del agua.
El distrito de Ahrweiler, cerca de Bonn, la ex capital, es hasta ahora el más afectado en Alemania, con 20 muertos provisorios.
A todos los sorprendió la rapidez con que las aguas subieron. Nadie tuvo tiempo para protegerse de nada. No lo esperaban.
El ejército alemán se encuentra sobre el terreno y los bomberos perdieron dos de sus hombres en las tareas de rescate. Al menos 15.000 militares y bomberos están desplazados en las zonas afectadas.
La situación más dramática es en Bad Neuenahar Ahweiler, un cantón en ruinas. Las autoridades confirmaron el jueves a la noche que hay 1.300 personas de las que no se tienen noticias. Creen que es debido a las dificultades por las líneas telefónicas.
Al menos hay 60 personas que no dan la menor señal de vida. Por eso podemos pensar lo peor”, dijo el ministro del interior Roger Lewentz a la cadena de televisión SWR. ”En consecuencia, el riesgo de más víctimas puede aumentar en los próximos días”, alertó.
En la comuna de Sculd, al sur de Bonn, seis casas se cayeron frente al río. La policía cree que allí existen entre 50 a 60 desaparecidos. Los habitantes fueron invitados por la policía a enviar fotos y videos, que permitieran dar algún indicio de sus familiares y vecinos desaparecidos.
En Erftstadt, en Alemania, un hospital y un geriátrico fueron evacuados con la ayuda de una pala excavadora.
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