La próxima vez que vayan a comprar una gaseosa, piénsenlo dos veces. Porque por ese mismo valor, quizás, puedan acceder al título de propiedad de una casa en Italia. Lo vean por donde lo vean, lo comparen con el precio de la leche, el pan o los impuestos, se trata de una verdadera ganga: no siempre se tiene la chance de poseer una propiedad dentro de una villa italiana, aunque eso implique que la misma esté abandonada, en ruinas y que haya que hacerla casi de cero para que sea habitable.
La pequeña villa siciliana llamada Gangi ha decidido poner en venta una veintena de casas por el módico precio de un euro. El pequeño poblado de casas color terracota fue fundado en el siglo XII y está rodeado por campos verdes. El condado eligió apostar por esta estrategia ante el abandono de las propiedades por sus habitantes, que no han tenido ni el interés ni el deseo de restaurarlas. Hay, claro, algunas pequeñas condiciones: los compradores deben pagar 5000 euros como garantía de que renovarán las propiedades; ese dinero se devolverá una vez que la remodelación haya terminado. A su vez, los dueños tienen cinco años para transformar las casas en un lugar habitable.
El poblado tiene unos 7.000 habitantes y según explicó Marie Wester, una consultora que vive en la zona, muchos ingleses, suecos, rusos y norteamericanos se han interesado por las propiedades: “La gente de Gangi quiere atraer forasteros a la ciudad porque quieren traer una nueva vida”.
“Las casas necesitan nuevos techos y nuevos pisos, también necesita hacerse la instalación de electricidad, agua y alcantarillado, además de revocar todo de nuevo, lo que costaría unos 35.000 euros”, explicó la consultora y agregó que el único defecto que tiene la villa es que no está cerca de la ciudad, pero que se trata de una “amorosa ciudad medieval, muy limpia, bien mantenida, donde la gente es muy amigable”.
Quizás despierta más interés el hecho de que Gangi está ubicada en la misma provincia que Corleone, la ciudad popularizada por los libros y la película El Padrino. O quizás temor, pero a no asustarse: “La Mafia existe, por supuesto, pero ellos operan a un nivel diferente, están interesados en un nivel de construcciones de muchos millones de euros, no en restauraciones como estas”, subrayó Wester y agregó que “algunas personas piensan que vendrán y encontrarán gente caminando por la casa con armas y no es así”. Menos mal, ¿no?
Fuente: Buen Diario