Este adolescente es uno de los afortunados en la sitiada Alepo, pues unas 30 personas han muerto en el último día debido a las cruentas luchas entre rebeldes y fuerzas gubernamentales por el control de la ciudad más grande de Siria.
En una ventana de 24 horas, 19 personas murieron producto de bombardeos rebeldes y 11 más, por ataques aéreos del gobierno, según informaron hoy los funcionarios del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos..
Además había 60 habitantes que murieron en los combates del fin de semana en la ciudad al norte de Siria, dijo el grupo.
Fuera de Alepo, en la vecina ciudad controlada por los rebeldes de Atareb, cinco paramédicos murieron en ataques llevados a cabo el día de ayer, dijeron testigos.
«El objetivo fue muy preciso», comentó el trabajador de la defensa civil Radi Saad. «Estaban en el centro y listos para responder. Cuando escucharon aviones de guerra en la zona y nosostros no pensábamos que seríamos el objetivo».