La Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) tiene un articulado muy preciso en cuanto a la prohibición de agresiones militares o económicas por parte de un Estado miembro hacia otro. Sin embargo, no establece sanciones específicas, como en el caso de la ruptura del sistema democrático, porque de lo contrario el Gobierno de Washington, Estados Unidos, tendría que haber sido sancionado en diversas oportunidades, incluido en los años 2017 y 2018.
Ningún Estado tiene derecho a agredir
En su artículo 19, la Carta de la OEA establece:
Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. El principio anterior excluye no solamente la fuerza armada, sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen.
No obstante, Washington ejecutó al menos dos acciones unilaterales de agresión militar contra otras naciones integrantes de la OEA.
En 1983, las fuerzas militares de Estados Unidos emprendieron su operación de mayor magnitud contra otra nación, luego de la guerra de Vitenam. Fue contra Grenada, una pequeña nación del Caribe, con muy pocos recursos para defenderse.
El objetivo de Washington era derrocar el gobierno de Maurice Bishop, porque no era afín a sus intereses en la región y había establecido convenios de cooperación con Cuba. Estados Unidos arrasó Grenada, una isla que poseía apenas 350 efectivos de defensa, y desplegó tropas superiores a los 7 mil uniformados.
La OEA guardó silencio.
Seis años después, Estados Unidos invadió otra nación militarmente débil. Fue el 20 de diciembre de 1989 cuando comenzaron una sanguinaria operación militar contra Panamá. El objetivo era derrocar el gobierno de Manuel Antonio Noriega, un antiguo aliado de la Casa Blanca que ya no era funcional a sus intereses.
Todavía existen diversas versiones sobre la cifra definitiva de personas asesinadas por las fuerzas militares estadounidenses. Se estima que fueron entre 500 (datos oficiales) y varios miles.
EE.UU. lanzó más de 400 bombas contra Panamá, desplegó 27 mil soldados y destruyó varias barriadas de la capital de ese país, entre ellas el popular sector llamado El Chorrillo.
La OEA volvió a guardar silencio.
Les dejamos por acá el artículo 21 también violado por Washington:
El territorio de un Estado es inviolable; no puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado, directa o indirectamente, cualquiera que fuere el motivo, aun de manera temporal. No se reconocerán las adquisiciones territoriales o las ventajas especiales que se obtengan por la fuerza o por cualquier otro medio de coacción.
Ningún Estado puede aplicar sanciones económicas
El artículo 20 de la Carta de la OEA establece que:
Ningún Estado podrá aplicar o estimular medidas coercitivas de carácter económico y político para forzar la voluntad soberana de otro Estado y obtener de éste ventajas de cualquier naturaleza.
No obstante, entre 2017 y 2018, los gobiernos de Barack Obama (2009-2017) y Donald Trump (2017-Actualidad) han aplicado sanciones económicas contra Venezuela, con la finalidad de forzar la voluntad soberana de ese país.
Fue precisamente éste uno de los alegatos del canciller venezolano, Jorge Arreaza, este lunes, durante su intervención en la Asamblea General de la OEA:
“Estados Unidos ha aplicado sanciones económicas no solo a individuos; a nuestra economía, a nuestros bonos, a la capacidad de tranzar; hoy se nos dificulta comprar alimentos, comprar medicinas, por los Estados Unidos y por algunos de los gobierno que aquí están que se han sumado también”.