El abogado Barry J. Pollack, miembro del bufete Miller & Chevalier encargado de la defensa de Wikileaks en Washington, denunció que la investigación que realiza el gobierno de Estados Unidos contra Julian Assange no sólo infringe reglas destinadas a proteger la libertad de prensa, sino que debiera ser descartada por los argumentos que sirvieron para dar término al proceso por manejo indebido de correos sensibles de la candidata demócrata Hillary Clinton.
“El Departamento (de Justicia) anunció públicamente que cerrará su investigación criminal por el manejo de información clasificada de Hillary Clinton”, manifestó el defensor de Assange en una carta dirigida a la fiscal general Loretta Lynch. “Lo hizo un día después que el director del FBI, Comey, se opusiera a un procesamiento (de Clinton), afirmando que ‘ningún fiscal razonable’ podría llevar adelante el caso”.
El fundador de Wikileaks, quien ha vivido cuatro años al interior de la embajada de Ecuador en Londres, no ha exhibido ningún perfil criminal en el contexto de sus actividades reporteriles y periodísticas, dijo Pollack.
“En un testimonio posterior ante el Congreso, el Director Comey aclaró que su conclusión se basa en la necesidad de comprobar una intención criminal (en el caso de Clinton)… La persecución criminal sólo es apropiada cuando una persona infringe la ley conscientemente, con la intención de ayudar a los enemigos de Estados Unidos o tratando de obstruir a la justicia”.
Pollack señaló que las motivaciones de Wikileaks descansan sólo en la valoración noticiosa de su contenido, lo que se ha visto refrendada por la “extensa cobertura de otros medios (de comunicación)” a la información que periódicamente revela el sitio web.