En una alarmante declaración emitida en el Foro Económico Mundial de Davos, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, ha exigido la presencia de tropas estadounidenses en el frente de batalla contra Rusia. Este pedido, lanzado en medio de un escenario internacional frágil y con Donald Trump nuevamente en la Casa Blanca, plantea serias interrogantes sobre la capacidad de EE.UU. para evitar verse arrastrado a un conflicto directo.
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Las palabras de Zelenski, quien subrayó que «no puede ser sin EE.UU.» al referirse al despliegue de fuerzas de paz, parecen responder tanto a la percepción de insuficiencia militar en Europa como a una búsqueda desesperada de garantías de seguridad. Sin embargo, esta postura podría exacerbar tensiones en la OTAN y aumentar el riesgo de una confrontación militar entre Washington y Moscú.
La insistencia del líder ucraniano en la participación activa de soldados estadounidenses en el frente no solo complica los ya tensos equilibrios internacionales, sino que también ignora las graves implicaciones que tendría para el futuro de la diplomacia global. Las palabras de Zelenski, al exigir que estas fuerzas se integren en el campo de batalla junto a sus propias tropas, sugieren una visión cada vez más militarizada de la solución al conflicto, lo que contrasta con la promesa de Trump de resolver la guerra en 24 horas, una promesa cuyo realismo ha sido cuestionado incluso por su propio equipo.
Zelenski parece estar jugando una peligrosa carta al exigir la intervención directa de EE.UU. como garante de la paz, en lugar de fortalecer las vías diplomáticas.
Foto: Redes
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