En Dinamarca, el país en el que hace unos meses se sacrificó a una jirafa frente al público para ser alimentada a los leones, un nuevo proyecto busca invertir los roles tradicionales de esta controversial atracción. El arquitecto maravilla Bjarke Ingels, quien ha diseñado una estación de energía con una pista para esquiar en el techo y unos departamentos en forma de montañas, entre otras coas, quiere reinventar la experiencia del zoológico.
Su proyecto Givskud Zootopia es un mundo en el que los animales pueden moverse libremente, liberados de jaulas, mientras que los visitantes observan, enterrados en el suelo o dentro de barracas de troncos. Todo sucediendo en un escenario de 300 acres en el sur de Dinamarca, cuidadosamente orquestado para alterar la relación entre los animales en cautiverio y sus ubicuos espectadores. Quizás más que liberar a los animales, su diseño es más como un Truman Show para animales, como sugiere The Guardian.
“El reto de un arquitecto es asegurarse que nuestras ciudades ofrezcan marcos generosos para diferentes personas –de distintas extracciones, economía, género, cultura, edad –para que puedan vivir en armonía. En ningún lugar este reto es tan amargo como en un zoológico”, señala Ingels.
Para hacer esto, la idea es desvanecer a los humanos utilizando diferentes métodos de invisibilidad, incluyendo pods de espejos y sitios de observación orgánicos integrados al paisaje.