Los ciudadanos mexicanos y el presidente Andrés Manuel López Obrador aún viven bajo la potencial amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 5 % a sus productos, más allá de haber consensuado un plazo “por algún tiempo”.
Si bien el mandatario mexicano alardeó de su logro como una muestra de que es posible enfrentar el fenómeno migratorio atendiendo sus causas, como el «hambre, la pobreza y la falta de oportunidades», y no con un enfoque punitivo, su homólogo estadounidense ha dicho que su “acuerdo secreto” con México se aplicará cuando él quiera.
«Si los números (de migrantes que llegan a EE. UU.) no bajan mucho esto entra en vigor cuando yo quiera», dijo Trump al mostrar la existencia del acuerdo a la prensa.
Cuando Obrador habló acerca de este pacto, reconoció que la amenaza «se alejó, dicen algunos, pero no para siempre. Se alejó este tema, esta amenaza algún tiempo, pero ayuda mucho el que podamos demostrar que sí se atienden las causas que provocan la migración».
Sobre el acuerdo, del que no se conoce algún documento que lo detalle, Trump afirma tener facultad para divulgar su contenido y ha dado una pequeña muestra este martes a la prensa desde los jardines de la Casa Blanca.
Sin embargo, dijo que se reserva los detalles del contenido de este documento: “Voy a dejar que México haga el anuncio (sobre su contenido) en el momento adecuado”.
“Esta es una página de un acuerdo muy largo y muy bueno entre México y Estados Unidos”, aseguró Trump.
A quién creer
Las declaraciones del mandatario norteamerciano contradicen lo expresado por el canciller de México, Marcelo Ebrard, a inicios de esta semana, cuando se dijo que las naciones involucradas en el flujo migratorio de personas que llegan al país para tratar de cruzar hacia Estados Unidos deben compartir responsabilidades.
De hecho, el diplomático mexicano pidió colaboración para cumplir con los recientes compromisos asumidos con Estados Unidos.
Tras el anuncio, López Obrador valoró el supuesto acuerdo que le dará tiempo para tomar medidas conjuntas y aseguró que “vamos a ayudar a nuestros hermanos centroamericanos para que tengan trabajo en sus pueblos de origen y que tengan también trabajo en México, porque va a haber para todos, donde come uno, comen millones”.
Como se sabe, las partes involucradas se reunieron el pasado viernes en Washington, donde se acordó la suspensión de aranceles a productos mexicanos a cambio de disminuir el flujo de migrantes en la frontera sur.
¿Corriendo el bulto?
La estrategia de Estados Unidos estaría apuntando a convencer a México de firmar un acuerdo de tercer país seguro, con lo que se convertiría en la nación que reciba a las personas que buscan asilo en EE. UU. cuando sean inadmitidos. Sobre esto, el canciller mexicano advirtió lo siguiente:
“Que todos los países que estamos involucrados cada quien tome una responsabilidad, porque a México llegan de muchos países y México no puede tomar todas las responsabilidades, tiene que ser compartida”, enfatizó.
El alto funcionario cree que es posible regular el flujo migratorio con una serie de medidas, entre las que mencionó el empleo y la inversión.
“Todas esas medidas en su conjunto deben dar como resultado que tengamos la posibilidad de que los flujos de migrantes sean ordenados y seguros”, señaló.
En ese sentido, México se comprometió a reforzar su frontera con Guatemala con 6000 miembros de su recién creada Guardia Nacional.
“Necesitamos ampliar facilidades (en la frontera sur) y sobre todo necesitamos tener una presencia en la línea fronteriza que es de registro de quienes ingresan a nuestro territorio”, indicó Ebrard.
“Lo que no podemos hacer es tener una buena relación con nuestro vecino del norte y que pasen miles y miles de personas que ni siquiera están registradas”, añadió.
Sobre este particular, el presidente Trump ha respondido que si determina, bajo su discreción y tras consultar con México, tras 45 días desde la fecha de emisión de la declaración conjunta, que las medidas adoptadas no han sido “suficientes” para reducir la inmigración, el Gobierno de México deberá corregir esa situación.
En este contexto, ambas naciones están comprometidas a buscar “compartir la carga en relación con el procesamiento de las solicitudes de estatus de refugiados”, con un supuesto “enfoque regional”.
Amenaza latente
El secretario del Tesoro de EE. UU., Steven Mnuchin, declaró que el acuerdo alcanzado con México cumple los objetivos considerados por el presidente Donald Trump, pero advirtió que aún se podrían aplicar aranceles en caso de que el país latinoamericano no cumpla con sus responsabilidades.