El día de ayer, el periodista Álvaro Delgado hizo su debut en Sin Embargo con uno de los reportajes más significativos del mes de abril; los nombres y apellidos detrás del financiamiento y dirección estratégica de Latinus.
De acuerdo al reporte, el fondeo del medio es canalizado por Nickin Gaxiola, yerno de Roberto Madrazo Pintado e intermediario con la Secretaría de Salud de Michoacán en la adquisición de tecnología médica. El directorio del medio también lo ocuparían Federico Madrazo Rojas, hijo de Roberto Madrazo Pintado; Christian González Guadarrama, accionista mayoritario y director general de Latinus; Adrián Escobar y Vega, hermano de quien fue uno de los principales dirigentes nacionales del Partido Verde Ecologista; así como Patricia Olamendi, extitular de la Secretaria de Relaciones Exteriores del sexenio foxista; y al político Miguel Alonso Olamendi, cuyo principal logro constituye el haber nacido de Patricia Olamendi.
Loret y Trujillo: carnada para un público nostálgico de Televisa
La cadena Latinus, afincada en Estados Unidos tiene por figuras principales al presentador de noticias Carlos Loret de Mola y al conductor y payaso venido a comentarista político, Víctor Trujillo, alias Brozo.
De Loret de Mola se puede decir que es uno de los presentadores de noticias más conocidos para el público mexicano, una de las estrellas consentidas de los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Su «rigor periodístico» quedó de manifiesto durante el supuesto arresto «en vivo» de la pandilla de secuestradores «Los Zodiaco», comandada por Israel Vallarta, pareja de Florence Cassez, arresto que Loret tuvo que reconocer que era un «montaje» del que no se «había dado cuenta» y que por lo tanto había incurrido en un «error periodístico». Los colaboradores de Loret de Mola, Laura Barranco y Juan Manuel Magaña le advirtieron que había una «recreación» en progreso durante la transmisión. Para quienes se atreven a recordar esta mácula en la carrera de Loret de Mola, son descritos por el comunicador como «personeros» del actual presiente de la República.
De Víctor Trujillo se puede recordar que fue un cómico cuyos pininos en la televisión se remontan a Imevisión (que era cadena estatal antes de que por obra y milagros de la privatización fuera entregado a Salinas Pliego para que la convirtiera en TV Azteca), donde conducía con Ausencio Cruz un programa llamado «En tienda y trastienda»; que después fue estrella, también junto con Ausencio Cruz, del programa «La caravana», en donde nació su personaje Brozo, que narraba en clave de barrio conocidas historias infantiles, transportadas a un contexto urbano; y que, tras participar en algunos otros programas, hizo su más sonada contribución al género del infoentretenimiento con su programa «El mañanero», primero en CNI Canal 40 y más adelante en Televisa.
Estas son las dos figuras principales en las que se apoya Latinus para enganchar a su público; es decir, el público al que se dirigen es el público que se informaba en Televisa, aquella empresa cuyo expresidente, Emilio Azcárraga Milmo, declaró que se dedicaba a hacer televisión para jodidos.
Latinus: plataforma binacional de propaganda
Podría pensarse que en la era de la información abierta, donde puede optarse no por dos sino por miles de canales de información, plataformas como Latinus se encontraran destinadas al fracaso. Sin embargo, Latinus presiente la existencia de un público crédulo y en este cálculo fundamenta su apuesta.
Latinus se autodefine como «Una plataforma binacional de información, comprometida con los tiempos en que nació: de asedio oficial a la crítica en México y otras latitudes». Llama la atención de que este panorama de la crítica «asediada» por el actual gobierno mexicano es enarbolada por otras estrellas o exestrellas de Televisa como Enrique Krauze, para quienes el «asedio» consiste esencialmente en la falta de acceso a contratos millonarios para sus medios, liquidados con las arcas del estado; comunicadores poseedores de fortunas notables que en su vida han pisado una prisión y que, cuando gozaron de hegemonía en el ecosistema mediático, y recibieron múltiples reconocimientos públicos de parte del poder en turno, omitieron alzar la voz en favor de los periodistas incómodos al sistema que fueron desaparecidos por anteriores regímenes.
La plataforma Latinus concentra ya 616 mil suscriptores. El programa de Loret de Mola, intitulado «Loret», y que ya lleva 39 capítulos al aire, enfoca el grueso de sus baterías en arremeter contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Cada emisión suele apoyarse en premisas sensacionalistas como «Las 50 mentiras de la pandemia», «López Obrador quiere todo el poder para hacer lo que le venga en gana», «En México no hay una gran transformación ni un proyecto de país, sino que hay palabras», «Corrupción es una de las palabras favoritas del presidente, pues la ha dicho más de cuatro mil 600 veces, al principio como promesa de que iba a acabar con ella y después como justificación de todo lo que falla en su gobierno». La inversión en producción es más que notable; queda claro que el recurso está a la altura del financiamiento de un programa promedio de Televisa.
Si solamente se contara con el programa «Loret» como referente de la vida nacional en México, sería inevitable conceptualizar a la República Mexicana como un páramo de miseria, donde los empresarios se ven perseguidos sin misericordia, donde la libertad de prensa ha quedado extinta y absolutamente todas las políticas públicas se ejercen con desatino. Caos, devastación y persecución política son los pinceles con los que, emisión tras emisión, Loret de Mola presenta el acontecer nacional contemporáneo. Una verdadera distopía pseudoperiodística atraviesa, como una bruma rojiza, cada uno de los 39 desfiles de horrores que son dichos programas emitidos bajo el sello de Loret.
Todos los ángulos del trabajo de López Obrador, como de los integrantes de la 4T, pasan por la lupa periodística de Loret de Mola con un rigor y una pulsión contestataria inédita en la vida profesional del comunicador. Ni en la época de Enrique Peña Nieto ni en la de Felipe Calderón se le conoció tal ímpetu crítico.
Loret de Mola también hace cápsulas con Brozo, donde comparten puntos de vista en escenarios tan insólitos como la explanada de los héroes, en Monterrey, un pabellón en pleno desierto de Sonora, la recreación de la sala de prensa de la Presidencia de la República con una jaula dorada al frente; en este tipo de prodigios se derraman recursos tan abundantes que probablemente servirían a un estado como Michoacán para emprender un combate bien estructurado contra la pobreza, toda vez que su índice porcentual en este rubro se eleva más del cuatro por ciento sobre el promedio nacional, de acuerdo al reporte 2020 del Coneval.
Los caudales detrás de las cámaras
Todos los financiadores de Latinus guardan vínculos con la política, ya sea proximidad con el Partido Verde, con el foxismo o con el partido Revolucionario Institucional, y principalmente con Silvano Aureoles, el gobernador perredista de Michoacán, estado de cuyos recursos públicos se puede rastrear un afluente hasta Latinus.
De acuerdo a la investigación de Álvaro Delgado, el cofundador de BCG Limited Consulting -que es con quien forman sus contratos las estrellas de Latinus- es Christian González Guadarrama, quien dirige actualmente dicha plataforma. Escobar Vega ha acusado a Miguel Alonso Olamendi, exsecretario particular de Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, de pertenecer a la mesa directiva del mencionado medio. BCG Limited Consulting se habría después transubstanciado en Digital Beacon Programatic Services, donde el actual secretario de Aureoles Conejo, Marco Antonio Estrada Castilleja, ejercería como comisario.
La empresa Latinus, que no pierde tiempo haciendo declaraciones fiscales, es financiada por Federico Madrazo Rojas y Alexis Nickin Gaxiola, hijo y yerno respectivamente del priista tabasqueño Roberto Madrazo Pintado, quien contendió contra López Obrador en las elecciones estatales de 1994 y desde entonces sostiene una acentuada rivalidad con el presidente de México. En cuanto a Nickin Gaxiola, se trata de un distribuidor de tecnología médica para las secretarías de salud de diferentes estados, entre los que destaca Michoacán. Esta sería, pues, la ruta del dinero, a decir de Delgado.
Las repercusiones
El artículo de Álvaro Delgado ha generado una onda expansiva, toda vez que fue mencionado por el mandatario Andrés Manuel López Obrador, quien calificó el reportaje como «creíble»; sin embargo, descartó ejercer algún tipo de sanción contra el medio pues su administración privilegia la libertad de expresión.
Por su parte, Latinus desplegó en su página un comunicado donde se defiende con el siguiente desplegado:
«Si al gobierno de México hoy le interesa investigar al medio que investiga a su administración y documenta sus errores y abusos, lo invitamos a que inicie gestiones en Estados Unidos para hacerlo. Tenemos todo en regla, legal y administrativamente.
Sabemos nuestras obligaciones y nuestros derechos. El trabajo periodístico que hemos desarrollado irrita a Palacio Nacional al grado de mover los hilos de su aparato de experiodistas convertidos en defensores del poder en turno. Nuestro trabajo es público, está documentado y no ha podido ser desmentido por el gobierno».
¿Y la neutralidad de You Tube?
Cuando un usuario de You Tube accede a un contenido de RT, aparece la advertencia de que el contenido puede estar parcial o totalmente financiado por la administración pública rusa; cuando en la misma plataforma se accede a un contenido de CGTN, You Tube advierte que la cadena está financiada total o parcialmente por la Administración Pública China. Pero cuando se accede a un contenido de Latinus, You Tube no lanza ningún tipo de advertencia de tipo «Este canal está financiado con recursos del Gobierno de Michoacán».