El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) comenzó a acelerar y a aumentar -en medio de la crisis sanitaria generada por la pandemia de la COVID-19- la inversión social destinada para generar programas de atención directa a las poblaciones más vulnerables del país.
Las políticas de bienestar social dirigidas por AMLO, desde que llegó a la presidencia el 1º de diciembre de 2018, buscan atender a la población más vulnerable a través de programas sociales que incluyen pensiones para adultos mayores, becas a estudiantes y créditos para emprendimientos.
Los programas sociales de AMLO durante el primer trimestr de 2021 se han venido acelerando, esto con el fin de atacar los duros efectos económicos que ha generado la pandemia de la COVID-19 en toda la población mexicana, una de las más atacadas por la enfermedad que genera el coronavirus.
A finales de febrero pasado, el Presidente de México anunció -por ejemplo- la entrega de fondos públicos para decenas de programas sociales, con una inversión de al menos 10.000 millones de dólares ó 200.000 millones de pesos mexicanos.
«Vamos a destinar a la gente de abajo, en tres meses, alrededor de 200.000 millones de pesos, les vamos a adelantar recursos, porque no podemos entregarlos en la veda electoral en estos meses», explicó AMLO.
Inversión social de AMLO desde 2019
El Gobierno de AMLO ha venido incrementando la inversión social de forma sostenida. En 2019 aprobó recursos para los programas sociales por encima de los 15.000 millones de dólares.
En 2020, a pesar de la pandemia y la crisis sanitaria, el fondo para los programas sociales siguieron creciendo hasta alcanzar los 22.000 millones de dólares, recursos dirigidos para las llamadas «becas de bienestar», que atiende a trabajadores aprendices de talleres, campesinos, pequeños propietarios agropecuarios, sembradores de árboles frutales y maderables.
Uno de los intereses de AMLO es que estos recursos lleguen directamente «sin intermediarios» desde el Gobierno Nacional hacia la población vulnerable que buscan atender con estos programas sociales, para así evitar malversación de fondos, la corrupción y que los recursos sean desviados a través de las instituciones estatales tradicionales.
Una investigación de la organización ciudadana México Evalúa, citada por la agencia rusa Sputnik, estima que en 2020 los programas de subsidios fueron más elevados y sumaron un presupuesto aprobado de 643.000 millones de pesos, lo que es igual a más de 30.600 millones de dólares, una cantidad que representa el 2,6% del Producto Interno Bruto mexicano, la segunda economía más grande de latinoamericana.
«La proporción supera el gasto público nacional en salud», indica la investigación compartida con Sputnik por la organización de observación del gasto público, explica el periodista Víctor Flores García.
La investigación dirigida por Alejandro García, director del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas del centro de estudios, señala que «los nuevos programas de AMLO tienen como objetivo asistir a diferentes grupos de población en condiciones de vulnerabilidad, mediante una política de entrega de subsidios con el propósito de contribuir a mejorar su bienestar socioeconómico.
Críticas a los programas sociales de AMLO
La oposición al Gobierno de AMLO es la que más critica sus políticas de inversión social y los programas que buscan atender a los mexicanos en situación de vulnerabilidad.
Este sector, referenciado en la derecha tradicional mexicana que gobernó el país hasta la llegada de López Obrador, critica los programas sociales calificándolos de «clientelismo» que busca sacar rédito electoral aunque siempre formaron parte de las promesas y políticas de gobierno de AMLO durante su campaña a la Presidencia.
Más allá de ver que las políticas van dirigidas a buscar reducir la pobreza mediante la inversión en programas de formación técnica y laboral, una de las criticas es que mientras estos recursos aumentan, se han disminuido presupuestos «de instituciones públicas de educación, ciencia y cultura».
Otras de las críticas surge porque varios programas, debido a la prontitud con la que se han ejecutado, carecen de «reglas de operación», lo que según ellos hace «difícil» su implementación y eficacia; algo que fue analizado por el Congreso y ordenó al Gobierno a enmendarlo.
Un documento del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) -citado por Sputnik- revela detalles sobre algunos problemas que enfrentaron al menos 17 programas.
Dice el Coneval que el diseño de esas estrategias de AMLO «se definió a la par de su implementación», con poca infraestructura física o recursos humanos insuficientes; y la planificación «se realizó de forma reactiva». «No se contó con manuales claros de operación y las estructuras operativas cuentan con deficiencias», señala el informe.
Alejandro García indica que los métodos para los programas son importantes porque sino se basan en evidencias para evaluar, medir y corregir, «lo único que tendremos son intenciones sustentadas en la buena voluntad».
Fortalecer la economía con inversión social
Otra investigación del Centro de Análisis Fundar que citado por Sputnik, señala que en el actual contexto de crisis económica generado por la pandemia, los Estados deben fortalecer el gasto público, de tal manera que pueda promoverse una recuperación económica más rápida.
Los analistas de ese centro destacan que en el presupuesto gubernamental de 2021, la inversión social es incluso mayor al monto para el desarrollo económico.
Dicen que mientras se redujo 1,4% el monto dedicado al desarrollo económico, el presupuesto para desarrollo social presenta un incremento de 3,7%.
Prácticamente todos los programas sociales prioritarios reciben más presupuesto que el año anterior, hasta sumar 510.800 millones de pesos, unos 25.000 millones de dólares.
Como muestra, los cinco aumentos más importantes por la administración de AMLO corresponden a los programas la «Escuela es Nuestra», con 63%; el plan de «Distribución de Fertilizantes» subió 41%; el «Banco del Bienestar» tuvo un aumento de 33,7%; las «Becas Jóvenes Escribiendo el Futuro» se incrementó 26,4%, y el programa «Producción para el Bienestar» creció en 18,6%.
Fundar añade que el Gobierno de AMLO debería incluir en sus programas sociales, a las personas que han perdido ingresos a consecuencia del confinamiento por la COVID-19, lo que -según ellos- también impacta en los niveles de pobreza y desigualdad, sobre todo cuando más de la mitad de la población mexicana vive por debajo de ambas líneas.
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