Los arrecifes de coral, que albergan el 30% de las especies marinas y son vitales para la biodiversidad oceánica, están en grave riesgo debido al aumento de las temperaturas provocadas por el cambio climático.
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Así lo aseguró el biólogo marino Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, durante la primera conferencia de una serie organizada por el Laboratorio Nacional Conahcyt de Biología del Cambio Climático (LNCBioCC), del cual forma parte la BUAP.
El LNCBioCC, un esfuerzo colaborativo que incluye a 29 especialistas de más de 13 instituciones, aborda temas como la ecología de zonas costeras, biogeografía, macroecología, seguridad alimentaria, genética forestal y restauración ecológica, con el objetivo de influir en políticas públicas relacionadas con el cambio climático y formar recursos humanos especializados.
Durante su ponencia, Álvarez Filip subrayó que en la última década, el aumento de la temperatura ha provocado olas de calor sin precedentes en al menos 57 países, causando un estrés significativo en los corales y el fenómeno de blanqueamiento que resulta en su muerte.
El investigador explicó que los patrones climáticos de El Niño y La Niña, que alternan entre temperaturas más cálidas y más frías, respectivamente, han sido superados por temperaturas récord en las últimas décadas, causando daños irreversibles en los arrecifes.
En México, la situación es particularmente grave; en agosto de 2023, el 80% de los corales en la bahía de Huatulco, Oaxaca, murieron debido a una ola de calor. Fenómenos similares ocurrieron en Veracruz y el Caribe mexicano, especialmente en Puerto Morelos, donde las colonias de la especie Acropora palmata fueron diezmadas.
«De 30 grados, que es lo normal, se registraron temperaturas de 35 grados durante un tiempo prolongado. Este pico intenso en agosto de 2023 provocó la mortalidad no solo de corales, sino de kilómetros de arrecifes completos que eventualmente colapsarán», detalló Álvarez Filip.
Ante esta crisis, el especialista abogó por una intervención efectiva tanto de las autoridades como de la sociedad y la comunidad científica. Aunque se han realizado esfuerzos como el cultivo de corales en laboratorios y la relocalización de especies, estas acciones solo cubren pequeñas áreas.
Álvarez Filip concluyó enfatizando la necesidad de proteger la biodiversidad y de invertir a largo plazo en proyectos de mayor alcance basados en análisis y propuestas científicas.
«La contaminación y la deforestación siguen siendo factores clave en esta problemática«, advirtió, subrayando la urgencia de tomar medidas integrales para salvar los arrecifes de coral.
Foto: Especial
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