Con un llamado a volver a la vida comunitaria, evitar el consumismo y esforzarse en la producción propia de alimentos, concluyó la Primera Asamblea Nacional por el Agua y la Vida (ANA) que se realizó en la comunidad de Santa María Zacatepec, del municipio de Juan C. Bonilla.
El evento reunió a más de 200 personas representantes de 30 organizaciones locales y nacionales que sostuvieron que “el capitalismo saquea agua y trae sed a los pueblos” y llamaron a defender el agua, “recurso vivo”, a través de la organización comunitaria.
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“Padecemos la contrainsurgencia, la división de los pueblos a través de programas sociales. Vivimos en carne propia la criminalización y despliegue de las fuerzas armadas para atacar al pueblo que defiende la vida y no para los verdaderos criminales que nos imponen la muerte con sus industrias”, señalaron defensores y defensoras del agua.
Insistieron que están hartos de intentar defender la vida por la vía legal han entendido que recurrir a tribunales es sólo una vía y no el objetivo de la lucha: “nos obligan a jugar en un campo que es del enemigo. El despojo y la contaminación se permiten y la muerte que navega en nuestros ríos y se filtra a nuestro subsuelo”.
Los participantes declararon el nacimiento de la Asamblea Nacional por el Agua y la Vida como un proceso permanente, como una forma de resistencia al despojo del agua que se vive en el país.
Entre los acuerdos de la Asamblea Nacional por el Agua y la Vida ¡Ya no más saqueo ni contaminación! constan el rescate del agua mediante la creación de Guardias de Agua, toma directa de la gestión comunitaria y la creación de una Plataforma Nacional que visibilice la problemática regional, así como un padrón nacional de defensa y el señalamiento de “los saqueadores del agua”.
Refirieron que cualquier acto llevado a cabo no tendrá eco si no se revierte la forma actual del sistema por lo que sostuvieron en sus conclusiones que el verdadero acto revolucionario es la cosecha del agua y su defensa. “Para este sistema capitalista el agua no es para el consumo de los pueblos sino para la industria y como guardianas y guardianes del agua que somos tenemos la responsabilidad de cambiar eso”, destacaron.
Nos convencieron de que los pueblos no son dueños del agua
“Desde la Conquista, el agua nos fue despojada y se nos obligó a pensar que nosotros no somos quienes debemos administrarla, porque nuestros sistemas de gestión comunitaria han sido atacados y corrompidos y en muchos casos eliminados”, asentaron en el posicionamiento leído al concluir los trabajos.
Aseguraron que la lucha contra proyectos es una lucha en el fondo contra las políticas públicas que se implementan en los territorios locales que permiten la privatización para favorecer a empresas trasnacionales. “Sabemos que el agua está en manos de las empresas, los gobiernos, las instituciones, caciques y narcotráfico y la poca agua que tenemos la están contaminando. Se nos ha despojado de nuestra cultura y con engaños y violencia nos llenan de industria y muerte”
El evento reunió a defensoras y defensores del agua en Chihuahua, Ciudad de México, Tlaxcala, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Estado de México, Tlaxcala, Jalisco, San Luis Potosí, Monterrey, Nuevo León, Morelos, Guerrero y Puebla, además de participantes del Estado Español, República Checa, Estados Unidos y Alemania.
Estuvieron representadas más de 30 organizaciones, entre ellas Ciudad Otomí, de la Ciudad de México; Comunidades de Milpa Alta, Plantón de Mujeres Mazatecas por la libertad de los presos políticos, de Eloxochitlán; Bajo Tierra Museo del Agua, de Querétaro; Movimiento por la Defensa del Agua y la Vida, en Ocotepec; Agua de Calle y la Unión de Vendedores Ambulantes de la 28 de Octubre, además de académicos de la UNAM, la IBERO, UAM y el Colegio de San Luis.
Foto: cortesía