Un día singular vivimos los habitantes de la ciudad de Puebla de 40 a 49 años que nos aplicamos el día de hoy la primera dosis del biótico AstraZeneca. Como todos quienes reciben la vacuna, cada vez nos vemos más cerca de esa estampa en que, ya en la tercera edad, contaremos a los adolescentes cómo fue sobrevivir a los años del COVID.
La información oficial con las fechas de vacunación de acuerdo a la letra inicial del primer apellido y la hora de acuerdo a la edad fueron liberadas en las redes sociales de la secretaría de salud del estado de Puebla hasta ayer a las 7 pm, a sólo 13 horas del arranque de la jornada.
A muchas personas que vivimos al sur de la ciudad nos tocó la Unidad Médica Familiar No. 2 ISSSTEP, en la Colonia el Cerrito, de acuerdo a lo que especificaba el buscador de puntos de vacunación del sitio https://previenecovid19.puebla.gob.mx/vacuna. Después de todo, el boletín de la Secretaría advertía:
“La Brigada Correcaminos solicita a las personas verificar los puntos de vacunación antes de salir de casa, para saber dónde deben asistir y evitar aglomeraciones que puedan afectar la salud e integridad de quienes acudan a vacunarse, así como del personal que colabora en el mismo”.
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Sin embargo, quienes tuvimos la ingenuidad de guiarnos por este lineamiento y fuimos remitidos por buscador al UMF 2 en el Cerrito nos encontramos, además de dos largas filas de quincuagenarios, con personal que nos sentenció que en esa unidad sólo se aplicarían el lunes 25 segundas dosis para personas de 50 y más; que si los cuadragenarios deseábamos vacunarnos ahí, deberíamos esperar hasta el domingo. De otro modo, deberíamos acudir a cualquier otro punto de vacunación, excepto la Unidad Médica Familiar número 1, sita en el Barrio de los Remedios.
Cualquier otra duda deberíamos consultarla con las dos primeras hojas del boletín publicado por la Secretaría unas horas atrás, que habían impreso y pegado en un poste del otro lado de la calle de donde estaba el acceso a la Unidad.
No tuve más remedio que dirigirme al Hospital de Especialidades ISSSTEP, en la Colonia San Baltazar Campeche, a 5 kilómetros de la UMF 2, donde me encontraba en aquel momento. Para trasladarme, abordé sobre la 5 sur la Ruta Loma Bella, medio de transporte de alta velocidad, célebre por la intrépida conducción de sus carros.
En el ISSSTEP de Especialidades me encontré con mi compañero de El Ciudadano, Humberto Aguirre, con quien lancé una rápida transmisión en vivo. Tras finalizar, me quité la credencial, me cambié el cassete mental y me formé.
Para mi beneplácito y sorpresa, la fila avanzó más rápido que un Loma Bella sobre una avenida despejada. Algunas personas que iban formadas delante de mí se rezagaron al detectarles los Siervos de la Nación algún campo que no habían llenado en el formato de vacunación, por lo que tenían que llenarlo sobre los techos de vehículos que ahí estaban estacionados.
Adentro, en un patio acondicionado, una médica me pidió que descubriera el brazo izquierdo. El piquete fue de lo más discreto; mucho más que los pellizcones formativos que recibimos la mayoría de los integrantes de la Generación X. En realidad, fue más molesto un hisopo que me introdujeron por una fosa nasal hace 4 meses que me fui a sacar una prueba de PCR.
A la izquierda de la silla donde estuve unos minutos en observación había una mesa rotulada “Preparación”, donde aproximadamente seis trabajadores de la salud disponían jeringas y dosis con notable destreza.
Un señor que visiblemente había trascendido los 40 años mucho tiempo atrás, preguntó a una Sierva de la Nación sobre cuánto tiempo debería permanecer sin consumir bebidas alcohólicas. Ella le respondió que 48 horas.
“¿Noventa años?”, preguntó el señor. “No, señor, solamente 48 horas debe evitar tomar alcohol”.
Me devolvieron mi ficha de vacunación y abandoné patio de la unidad. A la salida, las personas se tomaban “la foto del recuerdo”.
Media hora después, un dolor notable comenzó a enseñorearse de mi brazo izquierdo, donde recibí el biótico. Hasta el momento, 6 horas después de la experiencia, lo siento a una mayor temperatura que el derecho. Es probable que mi dosis haya traído más nanochips de la cuenta. A ver si al menos así se me dificulta menos pensar de una forma sistemática.