El director de Aeronáutica Civil de México, Luis Gerardo Fonseca, indicó este miércoles que el avión siniestrado en el aeropuerto de Durango sufrió «algún percance en la trayectoria inicial de despegue».
En una entrevista ofrecida a medios locales, precisó que «es muy temprano para determinar las causas del desplome (…) No existe ningún indicio de las causas del accidente, hay muchos factores señalados; sin embargo, deberán ser analizados por la unidad de investigación», acotó.
La aeronave tipo Embraer 190 cubría un vuelo de Aeroméxico con destino a Ciudad de México. Llevaba 103 personas a bordo, dos de ellas menores de edad, las cuales sobrevivieron milagrosamente al suceso.
El funcionario explicó que antes de tomar más altitud de ascenso, el avión se salió de la pista y entró a desplazarse en el terreno localizado entre la pista y la ruta de rodaje del aeropuerto. El recorrido en esa distancia de unos 300 metros provocó daños en el fuselaje y el desprendimiento de los motores, reseñó Sputnik.
«El recorrido de frenada fue un desplazamiento horizontal, sin girar, lo cual no permitió daños mayores y que los pasajeros pudieran salir antes de que se incendiara», aclaró Fonseca.
Destacó el comportamiento del piloto, el copiloto, las aeromozas y los pasajeros, porque organizaron la evacuación de manera ordenada, lo que evitó mayores desgracias.
Después de desarrollar la investigación, la versión final de las causas de lo ocurrido la dará la Dirección General de Aeronáutica Civil y la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes de Aviación, con la participación de los colegios profesionales de la industria, el fabricante brasileño Embraer y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos.
El director ejecutivo de Aeroméxico, Andrés Conesa, informó que las dos cajas negras se encontraron en «perfecto estado y ahora tendrán que ser analizadas«.
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