Por Onel Ortíz Fragoso
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) inicio su funcionamiento, con un vuelo de Aeroméxico, de México a Villahermosa, Tabasco. Logro importante del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y de la Cuarta Transformación. En tiempo y forma, una de las tres obras de infraestructura del sexenio, las otras dos son el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, comenzó a funcionar. La polémica al máximo. Se mantendrá así por varias semanas. La ola expansiva de la inauguración del aeropuerto podría llegar al 10 de abril y quizá, a las elecciones del 5 de junio, ya veremos.
Muy feliz se veía el Presidente, muy felices la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y los gobernadores del Estado de México e Hidalgo, Alfredo del Mazo y Omar Fayad, respectivamente. Muy felices el Canciller, Marcelo Ebrard y el Secretario de la Defensa Nacional, que a los cuatro vientos declaró “misión cumplida”. En genérico, el Presidente aprovechó para restregarles a sus opositores sus tuits y posteos de hace unos meses. Lugar especial tuvieron Jorge Berry y el comediante y youtuber, Chumel Torres, al que volvió a candidatear como abanderado de la oposición.
El guión que sigue lo sabemos. La oposición criticará y descalificará la información que venga del gobierno federal respecto a esta obra. Maximizará cualquier problema y minimizará cualquier logro. En contraposición absoluta, los defensores a ultranza del gobierno harán apología del nuevo aeropuerto. Que hablen los hechos. Hoy existen despegues y aterrizajes desde el Felipe Ángeles. Lo cual es un éxito real y palpable del actual gobierno
Desde el punto de vista del ciudadano y de los usuarios, ¿qué sigue? Seguirá un crecimiento exponencial del Estado de México, particularmente de Nextlalpan y el resto de los municipios de la región Zumpango, en materia de población y actividades económicas, cuyos efectos alcanzarán al estado de Hidalgo y la zona Norte de la Ciudad de México. Por parte de los gobiernos estatales corresponde una adecuada planeación de dicho crecimiento, lo cual, en gran parte corresponderá a los nuevos gobiernos estatales. Hidalgo tiene elecciones este año y Edomex, el siguiente.
Sigue la conclusión de las obras civiles para facilitar el acceso al nuevo aeropuerto, tren ligero, libramientos, transporte articulado, servicios de aplicaciones y hasta taxis aéreos, las cuales deben concluirse y funcionar este año tanto en el Estado de México como en la CDMX. Sin dichas obras, la llegada y salida de pasajeros serán muy complicadas y motivo de retrasos y disgustos.
Un tema aparte es el funcionamiento en sí de las nuevas instalaciones aéreas. En los discursos, las cosas sonaron de maravilla. Utilización de todas las tecnologías y protocolos de última generación, para facilitar el acceso y garantizar la seguridad de los pasajeros. Veremos en breve el funcionamiento normal del AIFA, digamos un viernes por la noche. En estos momentos hay pocos vuelos, pero paulatinamente aumentarán a lo largo del año, por ejemplo en Semana Santa y en vacaciones de diciembre.
Otro aspecto a cuidar son los precios, no sólo el de los boletos de avión, sino los costos para llegar y salir del aeropuerto. Como toda instalación nueva, los vicios ocultos surgirán y deberán corregirse, a la brevedad y de manera adecuada. Por lo pronto, “Ay Papantla, tus hijos vuelan”.
Una pregunta: ¿Por qué si Andrés Manuel López Obrador pudo construir, o adecuar, un aeropuerto en tres años y medio, Enrique Peña Nieto no pudo hacerlo en seis?
La política es de bronce.
@onelortiz