Una cápsula espacial de la NASA que transportaba la mayor muestra jamás recogida de la superficie de un asteroide atravesó la atmósfera terrestre el domingo y cayó en paracaídas en el desierto de Utah, Estados Unidos, entregando el espécimen celeste a los científicos.
La cápsula en forma de caramelo de goma, liberada de la nave robótica OSIRIS-REx mientras esta pasó horas antes a 107 mil 800 kilómetros de la Tierra, aterrizó en una zona designada al oeste de Salt Lake City, en el vasto Campo de Pruebas y Entrenamiento del ejército estadounidense en Utah.
El descenso final y el aterrizaje, retransmitidos en directo por la NASA, pusieron fin a una misión conjunta de siete años entre la agencia espacial estadounidense y la Universidad de Arizona. Se trata de la tercera muestra de asteroide, y con diferencia la más grande, que se devuelve a la Tierra para su análisis, tras dos misiones similares de la agencia espacial japonesa que finalizaron en 2010 y 2020.