Charito Orozco, candidata

Charito puede convertirse en el polo que reagrupe los aliados que apoyaron las campañas de Miguel Barbosa

Charito Orozco, candidata

Autor: Onel Ortiz

Hace unos días, Morena y aliados designaron a sus candidatas y candidatos a diputados federales, el viernes arrancaron sus recorridos. En Puebla, la candidatura que más llamó la atención de la clase política, lo medios y las redes sociales fue la de Rosario Orozco Caballero; por varias razones, más de uno levantó la ceja y otros lanzaron comentarios mordaces.

Charito, como se le conoce, no es sólo la viuda de Miguel Barbosa, es la candidata de la Coalición Morena, PT y PVEM, por el distrito federal 15 con cabecera en Tehuacán, uno de los lugares estratégicos, junto con los distritos de Puebla y San Martín Texmelucan, para ganar la elección a la gubernatura.

Charito tiene que ganar el voto casa por casa en un territorio complicado, porque nadie es profeta en su tierra. No la incluyeron en una lista plurinominal en un lugar cómodo. Es candidata, porque, como ella lo declaró, se inscribió, junto a por lo menos otros veinte aspirantes al distrito y ganó la encuesta.

Su campaña no sólo será simbólica o un día de campo, si no es un eslabón que sumará o restará al triunfo o derrota de Alejandro Armenta y servirá al Plan C de Claudia Sheinbaum.

Fue público y notorio el papel que Charito desempeñó a lado de su esposo a partir de la crisis de salud del entonces senador de finales de 2013 y principios 2014. Se convirtió en una figura indispensable a lado de su esposo en su trabajo en el Senado, en la primera y segunda campaña al gobierno del estado y en el tiempo que duro su gobierno. Dudo que ella haya tomado decisiones de gobierno, todos los que conocimos a Miguel Barbosa sabemos que el poder sólo lo ejercía él, pero Charito literalmente se convirtió en los ojos de su esposo.

Quienes la conocemos sabemos que no sólo fue un gran apoyo a su esposo y es una excelente cocinera, sus chiles en nogada, su mole de cadera y otros platillos de la comida poblana son legendarios, sabemos que es una mujer preparada académicamente, con una licenciada y una maestría.

Charito es una mujer responsable, estoy convencido que su incursión en la política activa fue una decisión razonada y no un arrebato o un impulso producto del canto de las sirenas. La vida en pocas ocasiones te da la oportunidad de un nuevo comienzo y ella decidió iniciar su vida política en este proceso electoral, lo cual implica colocarse en el ojo del huracán.

Charito tendrá que endurecer la piel y templar el ánimo. La política es implacable con los recién llegados. Meterse a las patas de los caballos no es fácil, menos en un estado como Puebla. De manera natural será el centro de los ataques de los enemigos, adversarios y detractores de su esposo. Hay a quienes les gusta pelearse con los muertos y pronto asomarán las narices.

Charito puede convertirse en el polo que reagrupe los aliados que apoyaron las campañas de Miguel Barbosa. En todo caso, significa una nueva etapa en la vida de esta mujer. Como ella me dijo: “nunca es tarde para empezar”.

Así es la política. El mayor éxito para Charito y que la ciudadanía de Tehuacán decida si la quiere como representante en San Lázaro. Eso pienso yo, usted qué opina. La política es de bronce.

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Por: Onel Ortíz Fragoso

@onelortiz

Foto: Archivo El Ciudadano México

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