Una compañía bananera de Chiapas en México ha comenzado a ver los resultados positivos de decir adiós al glifosato y dar la bienvenida a siembra orgánica en sus plantaciones de plátano, una decisión que ha sido clave para el incremento de su producción.
La empresa está ubicada en Tapachula, en la comuna del Soconusco , una región histórica, cultural y económica que pertenece al estado de Chiapas y que se localiza en el extremo sur mexicano, en la frontera con Guatemala.
El plátano es la fruta tropical más cultivada en México y una de las cuatro más importantes en términos globales, sólo por detrás de la uva, los cítricos y la manzana. Solamente en el Soconusco se producen 250.000 toneladas anuales de plátano que se exportan al mundo.
Exal Moreno Tejeda, Director de Campo de Nava Company en Tapachula, declaró al diario mexicano Chiapas Paralelo que en la Finca Don Rolando se dedican al cultivo de banano y han tomado como prioridad los suelos, es decir, la eliminación de herbicidas, glifosato y paraquat, con el fin de hacer una finca sustentable y con mejores rendimientos.
Moreno comentó que en Chiapas tienen bien definido las épocas de lluvia, lo que es muy importante para el riego, porque sin este no pueden trabajar el cultivo.
Las épocas de lluvias son desde mayo hasta noviembre, pero en septiembre y octubre pueden llegar hasta 6 pulgadas de agua, por eso deben tener diseños de riego y drenajes buenos, para tener las mejores condiciones de oxigenación de las raíces.
Todo este proceso les permite recoger un promedio de cajas por hectáreas de 3.500, con una meta de llegar a 5.000.
Chiapas comenzó a eliminar los herbicidas hace 4 años
Desde hace cuatro años, en Chiapas, empezaron con la eliminación de los herbicidas, lo que les ha permitido aumentar a un promedio de 4.400 cajas de plátano por hectáreas, por ello, consideran que para lograr su objetivo necesitan incrementar la materia orgánica, población de microorganismos benéficos en el suelo y lombrices, para transformar los residuos que salen de su cosecha.
Moreno describe que un ambiente así, favorecerá la obtención de racimos grandes y de mejor calidad, gracias al mejoramiento del suelo, dándole las condiciones optimas a sus raíces y poder lograr un cultivo sustentable con prácticas agroecológicas amigables con el medio ambiente.
Mencionó además que para la conservación de sus suelos, han implementado la cobertura de orejeta que se extiende por todo el cultivo como una alfombra, ayuda a evitar la erosión del suelo, dar una mayor fijación de nitrógeno, conserva la humedad, mejora las condiciones de microclima para los microorganismos y lombrices, incrementa la materia orgánica y evita el crecimiento de maleza.
El objetivo final, dice Moreno, es eliminar por completo el herbicida de sus cultivos, pues durante mucho tiempo los suelos fueron dañados con agroquímicos y no hay ningún microorganismo que sobreviva al glifosato.
Además, la producción orgánica les permitirá obtener racimos sanos que mandaran al mercado con menos agroquímicos, mejorará la etapa de la pre-cosecha, desde el desflore, y permitirá tener un mejor control de la producción.
El Plátano es el cuarto alimento de importancia en el mundo, sólo detrás del maíz, el frijol y el arroz. En la actualidad es la fruta tropical más cultivada en México, con una producción anual de más de 2 millones de toneladas. Es cultivado en 16 estados de la República Mexicana, donde Chiapas, Tabasco y Veracruz se colocan como los principales productores, entre los tres generan más del 60% del total de la producción.
Las variedades cultivadas en México son: Dominico, Valery, Pera, Tabasco, Morado, Manzano, Cavedish, Gigante o Grand Naine, y Macho. En cuanto exportaciones, el plátano mexicano llega a 43 destinos, los principales son Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Corea del Sur, Rusia, Italia y Nueva Zelanda.
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