La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer su nueva Política de Igualdad Laboral y No Discriminación, un paso clave para garantizar la plena integración de las mujeres en el ámbito laboral sin ser víctimas de discriminación o violencia. Esta política busca crear un entorno en el que las trabajadoras puedan desarrollarse profesionalmente sin obstáculos relacionados con su género, embarazo o cualquier otro factor discriminatorio.
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El anuncio fue realizado por la titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, quien destacó la persistente problemática que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral, especialmente la discriminación relacionada con el embarazo. Esta situación, que se ha convertido en una queja recurrente ante la Comisión, refleja las barreras estructurales y la estigmatización que aún prevalecen en muchas organizaciones.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Piedra Ibarra subrayó la importancia de la colaboración de todos los sectores de la sociedad —gobierno, instituciones, medios de comunicación y sociedad civil— para erradicar la violencia y la discriminación en todos los ámbitos, especialmente dentro de las propias instituciones que deben ser un ejemplo de inclusión y respeto. La nueva política reafirma el compromiso de la CNDH para crear espacios laborales libres de violencia, acoso y discriminación, sin importar el género, la orientación sexual, la identidad o el origen de las personas.
La titular de la CNDH también recordó que la lucha por los derechos de las mujeres debe ser una responsabilidad compartida, y subrayó que la institución que dirige se mantendrá como aliada para todas las mujeres en México, especialmente en la defensa contra la violencia doméstica y las desigualdades laborales y sociales. Aseguró que su deber es garantizar que todas las mujeres, desde su niñez hasta la tercera edad, puedan vivir libres de violencia y con iguales oportunidades de desarrollo.
La reciente implementación de la Política de Igualdad Laboral y No Discriminación por parte de la CNDH es solo un ejemplo de este cambio de paradigma. No solo se reconoce la existencia de los problemas, sino que se están tomando medidas activas para promover un entorno laboral inclusivo y libre de violencia. Este enfoque integral de derechos humanos refleja un compromiso más allá de las palabras, garantizando que las políticas se traduzcan en cambios concretos para aquellos sectores históricamente marginados.
Foto: El Ciudadano
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