La Habana. Los cubanos desempolvaron abrigos y hasta bufandas para enfrentar la llegada de un frente frío que trajo inusuales bajas temperaturas para Cuba, una isla caribeña acostumbrada al calor y el sol.
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«La tarde será muy fría en el occidente del país con valores de temperatura máxima entre 19 y 22 grados Celsius», advirtieron este miércoles especialistas del Instituto de Meteorología (Insmet) de Cuba.
Los meteorólogos cubanos recordaron que durante enero «se produce una mayor afectación de los frentes fríos en relación con los meses anteriores, lo que influye en el establecimiento de condiciones invernales con frecuencia».
De acuerdo con los registros históricos, enero es uno de los meses más fríos del año en el territorio cubano, donde dominan las altas presiones y masas de aire muy frías, a veces de origen ártico continental.
En un país donde como promedio la temperatura es cercana a los 30 grados, cualquier disminución de ese registro hace que la población corra a resguardarse ante la llegada de una ola fría como la que azota ahora al país.
En las calles cubanas, y de manera particular en la Habana, la gente viste de modo diferente, después de dejar en los escaparates los pantalones cortos, las camisetas y en general la ropa más fresca.
Por estos días, es común encontrar personas que utilizan varias piezas de abrigo y hasta bufandas, una moda estacional que se repite cada año entre diciembre y enero durante el benigno invierno cubano.
«Soy muy friolenta y por eso me abrigo bien», dijo a Xinhua la estudiante Madelín García, una joven que transitaba muy resguardada por las calles del centro histórico de la capital cubana.
García, quien estudia en la Universidad de La Habana, admitió entre risas que «a veces la gente exagera» con la cantidad de ropa que usa cuando aparece el más mínimo frío, pero demostró que es una cuestión de hábito. «Es que no estamos acostumbrados al frío», afirmó, por su parte, Aracelys Gallardo, una cincuentona que confesó preferir «el calor habitual y no estas temperaturas que para nosotros son muy bajas».
Gallardo, trabajador de una panadería, fundamentó su gusto por las temperaturas más cálidas en la posibilidad de ir a la playa a refrescarse, «a diferencia del frío, el calor se quita con un chapuzón o una ducha».
Pero otros, como Pedro Fernández, un jubilado sexagenario, parecen disfrutar de este clima invernal y visten como si brillara el más ardiente de los soles. «Me gusta el frío», aseveró antes de explicar que ese gusto lo adquirió en sus años mozos, cuando estudió durante cinco años en la desaparecida Unión Soviética.
«Allá hace frío de verdad», enfatizó Fernández, vestido con una camisa ligera, aunque de mangas largas.
Pero más allá de las preferencias personales, lo cierto es que las temperaturas han bajado bastante por estos días, algo que no es común en el Caribe, pero que es el resultado de una severa ola fría que llegó desde Estados Unidos, donde provocaron heladas y ventiscas.
En Cuba nunca ha nevado, como recordó el conocido meteorólogo José Rubiera, quien apuntó hace dos años en el portal «Cubadebate» que para que eso ocurra «es necesario que, en toda la capa de aire, desde la nube hasta la tierra, haya temperaturas de cero grados Celsius o menos».
«Esas condiciones no pueden darse en Cuba o el Caribe. Cuba es un archipiélago; lo bañan las aguas del golfo de México, del mar Caribe y del Atlántico, y todas esas aguas conservan las temperaturas muy altas, aun en invierno», subrayó el científico.
Foto: X
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