El Tribunal de la Corona de Southwark en Londres declaró el pasado jueves culpables a las activistas medioambientales Anna Holland y Phoebe Plummer por los daños ocasionados al cuadro Los girasoles de Vincent van Gogh en la National Gallery en octubre de 2022. Las jóvenes, ambas de 22 años y miembros del grupo Just Stop Oil, serán sentenciadas el próximo 27 de septiembre. El incidente, que atrajo una significativa atención mediática, consistió en arrojar sopa de tomate sobre la icónica obra.
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La acción de las activistas ocurrió el 14 de octubre de 2022 y fue parte de una protesta más amplia liderada por Just Stop Oil para exigir el fin de los nuevos proyectos petroleros y gasísticos en el Reino Unido. En ese momento, la organización instaba a la administración británica a tomar medidas inmediatas contra la expansión de la industria fósil, una demanda que fue parcialmente aceptada por el nuevo gobierno laborista. La protesta de Holland y Plummer, que solo causó daños menores al marco de la pintura, estaba diseñada para atraer la atención hacia el cambio climático y las energías fósiles.
Las dos activistas, que vestían camisetas con el lema «Just Stop Oil», arrojaron el contenido de dos latas de sopa sobre el cuadro, el cual se encontraba protegido por un cristal. Tras la acción, se pegaron a una pared en la galería y una de ellas, Phoebe Plummer, formuló la provocativa pregunta: «¿Qué vale más, el arte o la vida?» Con esta acción, intentaron destacar la urgencia de abordar la crisis climática y cuestionaron las prioridades de la sociedad en la protección del patrimonio artístico frente a la protección del planeta.
El incidente en la National Gallery no ha sido un caso aislado, ya que otros activistas ecológicos han seguido estrategias similares para resaltar la emergencia climática. Entre los casos más destacados se encuentra el ataque a la Mona Lisa en el museo del Louvre en París, donde se roció la vitrina blindada del famoso cuadro con sopa, en una táctica que también buscaba enfatizar la crisis medioambiental.
La sentencia de Anna Holland y Phoebe Plummer será el próximo 27 de septiembre y se espera que el caso siga generando debate sobre el equilibrio entre la protección del arte y la lucha contra el cambio climático. Mientras tanto, la discusión sobre la efectividad de estos métodos de protesta y sus implicaciones continúa siendo un tema candente en el ámbito político y social.
Foto: Redes
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