Abigaíl sufrió violencia física, psicológica, familiar y económica durante 18 años por parte de su expareja y padre de sus tres hijos, siendo la agresión más grande, la sustracción de los mismos.
Ella es habitante de Puebla capital, y a pesar de los intentos por recuperar la guardia custodia de los menores, los jueces han fallado a favor del agresor, sin importar que haya sido denunciado por abuso sexual en contra de ellos.
Añadió que el menor de ellos padece comorbilidades severas, lo que lo hace vulnerable y dependiente de ella; sin embargo, sus suegros mantienen retenidos a sus hijos y protegen al agresor para que no sea detenido.
Aunque quiso mantenerse en el anonimato, la voz de Abigaíl retumbó con fuerza en el salón Miguel Hidalgo, desde el Congreso local, y confió que con este acto de valor, más mujeres romperán el silencio y saldrán del círculo de violencia en el que se encuentran.
Este y otros testimonios fueron expuestos en el primer Observatorio de Visibilización de Violencia Social, organizado por el Frente Nacional Contra Violencia Vicaria (FNCVV) y la Colectiva de Amorosas Madres Contra la Violencia Vicaria (CAM-CAI).
Durante la exposición, las mujeres se sumaron en apoyo a las participantes y las invitaron a formar parte de colectivos feministas y en contra de este tipo de violencia, para acceder con mayor facilidad a servicios legales, médicos y psicológicos mientras aguardan por una sentencia a su favor.
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Confían en su pronta aprobación
En entrevista, la presidenta de la Mesa Directiva en el Congreso, Aurora Sierra Rodríguez (PAN), confió en que las reformas que se hicieron para tipificar y sancionar la violencia vicaria se publiquen a la brevedad en el Periódico Oficial del Estado.
Destacó que ahora se tendrá que trabajar en una agenda de atención para las víctimas —legal y psicológica— tanto para las mujeres que han denunciado y para aquellas que aún tienen miedo de hacerlo.
Destacó que en el estado de Puebla, se necesita crear padrones de agresores para visibilizar y erradicar la violencia contra las mujeres, entre ellos feminicidas, deudores alimenticios y violentadores vicarios.
Foto: Agencia Enfoque