Tlatelolco es conocido por su constante contacto con la cultura contemporánea en boga. Su interior alberga la Plaza de las Tres Culturas, denominada así por la convergencia entre los símbolos de la conquista española con la imposición de la religión católica, representada con un templo; la cultura mesoamericana, con los restos de las zonas arqueológica y la edificación del nuevo siglo: con edificios del arquitecto Mario Pani y la Torre Tlatelolco.
Desde ya un tiempo, en México, el 19 de marzo se conmemora a la comunidad artesanal que forma parte importante de la cultura viviente de nuestro país. Este fin de semana la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco fue el sitio ideal para que varios artesanos de la Ciudad de México celebraran su día.
Si bien no hubo una organización formal, y a pesar de la nula publicidad, la afluencia fue bastante buena: muchos productores pudieron exhibir sus creaciones, deleitarse con música en vivo, disfrutar de los clásicos antojitos defeños, escuchar rap acorde a la celebración y hasta dar la bienvenida al Equinoccio de Primavera con un baile al ritmo de los tambores.
La gente disfrutó del evento, comprando artesanías de todo tipo, volando papalotes, conviviendo con los artesanos. Más que una conmemoración fue una reunión entre amigos. La idea de esta feria improvisada surgió de la necesidad de la comunidad por celebrarse, por revivir la alegría que caracteriza a Tlatelolco. No hizo falta un letrero espectacular, ni gente aglomerada, ni ruedas de prensa ni explicaciones: sólo artesanos con su obra de vida, con una sonrisa atenta y un fin de semana de júbilo.
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