Edgar Contreras / Agencia Reforma
En momentos de emergencia, como al arranque de esta eliminatoria mundialista contra el mismo rival, la dupla de Henry Martín y Alexis Vega rescató al Tricolor, ahora con goles al 81′ y 83′.
Así de dramática fue la remontada en Kingston, escenario del que México pudo salir con la confianza fracturada, pero del que partió bien posicionado en la parte alta del octagonal gracias al 2-1 en la pizarra.
Después de un 2021 de terror, lo que menos necesitaba México era una histórica tercera derrota consecutiva en la eliminatoria, menos ante un rival que al 45’+1′ sufrió la expulsión de Damion Lowe por una brutal plancha sobre Andrés Guardado que fue revisada por el recién estrenado VAR de la Concacaf y que ya había perdonado a los locales un penal sobre Rogelio Funes Mori.
A México, al menos en los últimos meses, le disgusta vivir sin drama.
Al 50′ regresaron los demonios conocidos. Una falla defensiva se combinó con el único acierto ofensivo del contrincante: Néstor Araujo y Funes Mori fueron cómplices del tanto de Daniel Johnson, en tiro de esquina.
Después fueron hasta normales las fallas del propio «Mellizo», quien abanicó la pelota en una jugada de gol, o bien de Jesús Gallardo, Uriel Antuna y hasta Vega. El nerviosismo se multiplicó. Martino se llevaba las manos a la cabeza mientras los suplentes respiraban hondo.
Era una prueba de carácter. Se requería paciencia para buscar el gol mientras se jugaba con el cuchillo en la boca. Al 71′ entraron el «Tecatito» Corona y Henry Martín, el primero fundamental para revitalizar la ofensiva y el segundo clave para encontrar el gol al 81′, tal y como lo hizo en el debut en esta eliminatoria con un tanto también contra Jamaica y también en la agonía del juego, al 89′.
La anotación quebró la resistencia de un rival frágil en lo futbolístico y duro en lo físico. Dos minutos después del empate, Vega empalmó el balón de zurda y le permitió a México pensar más en el liderato que en el repechaje y en buscarle sustituto al «Tata».