En efectos pragmáticos ¿Para qué sirve y ha servido la alianza entre los 3 partidos opositores?
Entre agandalles del PAN, desbandadas del PRI y el regreso tardío de dignidad al PRD, las últimas semanas han sido fatídicas para el propósito de sostener el dogma del llamado Frente Amplio por México cuyo más reciente alias es el de Coalición Fuerza y Corazón por México.
No son pocas las figuras críticas al interior de los propios partidos integrantes de esta alianza que han señalado que el pacto lejos de sumarles a cada uno, les resta y perjudica.
A las voces como la del senador Damián Zepeda que desde hace unos meses advertía la poca rentabilidad que suponía para Acción Nacional su alianza antinatura con el PRI y con el PRD, se sumó, entre otras, la renuncia del exgobernador Javier Corral quien afirmó que «el partido está enredado con el PRI más corrupto de la historia«
Por otro lado, el PAN, con la estructura electoral más sólida de los tres y una disponibilidad mayor de recursos, desde su dirigencia ha buscado ser quien se beneficie de las negociaciones, al punto de imponer condiciones en algunas plazas como es el caso de Ciudad de México con el nombramiento unilateral de Santiago Taboada como precandidato a la jefatura de gobierno, o en Puebla con Eduardo Rivera Pérez, yunquista al que plancharon la candidatura sin claridad del proceso interno para su postulación.
El Partido Revolucionario Institucional vive la peor crisis de su historia. A las renuncias de Miguel Ángel Osorio Chong y Alejandro Murat, se sumó, hace unos días, la de Adrián Rubalcava, todos apuntando su dedo a la misma persona: Alejandro Moreno Cárdenas, el actual presidente del tricolor, quien es señalado de sumiso ante los designios de Marko Cortés. Desde la penosa entrega de su carta más fuerte – Beatriz Paredes– el dirigente parece perder a propósito en todas las negociaciones. Además de ser señalado de intolerante ante las voces críticas dentro de su propio partido. Sin contar con la desbandada de militantes a otras fuerzas políticas.
El PRD parecía recuperar, muy tarde, la dignidad perdida luego de aliarse hace más de 6 años con el partido conservador en la búsqueda permanente por no perder el registro, año con año su padrón y su competitividad merma, al punto de sólo recoger las migajas de los otros dos partidos. En las últimas negociaciones al PRD le ofrecieron un puñado de espacios por lo que luego de separarse de la alianza en la Ciudad de México amagaron con ir solos en las diputaciones y senaduría, Sus dirigentes no entendieron que los pocos que alcancen puesto, serán los sepultureros de su partido.
Frente Amplio por México, el eufemismo
La etiqueta de Frente Amplio por México, sólo ha buscado lavarle la cara a las 3 fuerzas políticas que en las últimas décadas de malos gobiernos, malas decisiones, corrupción, impunidad, violencia y desigualdad les volvieron impresentables en lo individual.
Andrés Manuel López Obrador llevó a las dirigencias al lugar que quiso. Desde el inicio de su tercera campaña por la presidencia a estos 3 partidos los acomodó en la misma bolsa, la de «la mafia del poder«, la del PRIANRD. Sus dirigencias de la mano de Claudio X. González tuvieron la brillante idea de fortalecer y rescatar la narrativa de «López Obrador es un peligro para México» subrayando que «más allá de los intereses individuales están los del país», narrativa imposible de sostener ante su propia inmoralidad.
Al frente Amplio por México, lo buscaron legitimar como una iniciativa ciudadana y transversal, sin embargo, los primeros filtros del enredado procedimiento interno del Frente, ahuyentaron a las y los pocos ciudadanos no partidistas interesados en participar.
Sin el Frente o Coalición, sólo quedan el PRI y el PAN, vulnerables y en la desnudez de su historia y sus excesos. Sin la alianza vuelven a ser el PRIAN y un cadáver.
Hasta la próxima
Foto: Archivo El Ciudadano México
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