Con casi nueve millones de habitantes, Ciudad de México es la ciudad más poblada de América Latina. Supera la población completa de naciones como Uruguay, Paraguay, Costa Rica o República Dominicana. Es una urbe compleja que sintetiza gran parte de los problemas de los Estados Unidos Mexicanos. Este domingo eligió, por primera vez en su historia, a una mujer para dirigir sus destinos. Se trata de Claudia Sheinbaum Pardo.
Sheinbaum Pardo, candidata de Morena, partido que lidera el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, alcanzó 46,6% de los votos, contra 30,4% de su más cercana competidora, Alejandra Barrales, abanderada de la extraña alianza entre el PRD y el PAN.
De confirmarse la tendencia, Sheinbaum sería la jefa de Gobierno con el porcentaje más alto desde el año 2000, cuando fue electo López Obrador, quien entonces, bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), obtuvo el 34.5% de votos.
Sus primera palabras
Conocidas las cifras preliminares que confirmaban su triunfo, Sheinbaum Pardo ofreció un breve discurso, en la sala de prensa del hotel Barceló en Reforma, con una promesa: “No les vamos a fallar”.
Emocionada, Sheinbaum se comprometió a “encabezar un gobierno democrático de frente a la ciudadanía, que haga de esta ciudad una ciudad de derechos, que promueva y fomente los derechos sociales y que respete los derechos humanos y la dignidad de las personas con inclusión y reconociendo la pluralidad y la diversidad de esta hermosa Ciudad de México”.
En un discurso breve, Sheinbaum -al igual que López Obrador- sostuvo que encabezará “un gobierno honesto que combata la corrupción”, así como que habrá mando único para “rescatar la seguridad de nuestra ciudad”, para lo cual se atenderán las causas a través de “la educación, la cultura y el empleo para los jóvenes de la ciudad”.
Desde 1997, cuando desapareció la figura de regente y se instituyó la de Jefe de Gobierno, la Ciudad de México ha sido gobernada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). De la división de ese partido nació Morena, el partido que ayer cambió la geografía de la política mexicana, quizás para siempre.
Sheinbaum, la científica
La nueva alcaldesa de Ciudad de México tiene 55 años, es licenciada en Física y doctora en Ingeniería Energética por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Sin embargo, aunque hizo su título doctoral en la UNAM, su investigación la hizo en el Lawrence Berkeley National Laboratory, Estados Unidos, durante casi cuatro años y gracias a una beca.
Se desempeñó como investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM y miembro del grupo científico del cambio climático que en 2007 obtuvo el Premio Nobel de la Paz.
De origen sefardita y lituano
«Por parte de mi padre, mis abuelos llegaron a México desde Lituania; y por parte de mi madre, eran sefarditas y venían de Bulgaria. Mis abuelos paternos emigraron a México a principios del siglo XX por razones económicas, pero también por cuestiones racistas y políticas. Del lado de mi madre llegaron a México debido a la Segunda Guerra Mundial».
Sus padres nacieron en México y estuvieron en el movimiento estudiantil de 1968.
Vocación para la defensa del ambiente y las comunidades
Sheinbaum fue una de las fundadoras del PRD en 1989. Ese partido agrupó a buena parte de la izquierda mexicana en el contexto de las contradicciones y dificultades que generó la caída de la Unión Soviética y el campo socialista en la Europa del Este.
«Mi vocación de servidora pública viene desde mis años de la universidad, de ahí mi interés en trabajar en comunidades rurales. También desde esos años me interesó la política, pero la política buena, no la tradicional que conocemos todos. La política me interesa como un instrumento de transformación», dijo Sheinbaum en entrevista para la UNAM.
Del 2000 al 2006 fue secretaria de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal en las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas.
Ella destaca su labor como coordinadora de la planeación, construcción y operación de la primera línea del Metrobús y la primera ciclovía de la Ciudad de México.
También señala como logros, durante su gestión en la administración de López Obrador, el haber reducido la contaminación atmosférica en un 30 %, la reforestación de la capital con 1 millón de plantas en la zona urbana y la restauración del Bosque de Chapultepec, entre otros.
«Tú no puedes pensar que vas a resolver estos problemas medioambientales sin ayuda de la ciencia o la tecnología. También se requieren políticas públicas, claro está, pero no se puede planear si no tienes el conocimiento», afirma la nueva alcaldesa de la Ciudad de México (CDMX).