Por Jesús Arróniz / @JesusArronizSan
Durante 150 minutos centenas de jóvenes de la ciudad de Puebla esperaron su segunda dosis de covid-19 en Ciudad Universitaria de la BUAP.
El tiempo transcurría mientras los menores de 30 años esperaban bajo los rayos del sol, otros sentaron en el piso, revisando su teléfono y muchos escuchaban música con sus audífonos, que sólo se quitaban cuando se daba alguna indicación.
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No faltó quien llegó con “su banda”, es decir, sus amigos y así hacer más amena la espera que alcanzó más de dos horas.
En la fila estaba Estefanía, quien reportaba cada paso a su madre: “No pues ya tardamos más de una hora y no pasamos. Me estoy muriendo de hambre, debí hacerte caso y desayunar”.
Ni el cansancio de esperar de pie en el sol y muchos, sin beber agua, apagó el momento de alegría de las personas que salieron con la segunda dosis.
Más orden en CU
A diferencia de otros puntos masivos de vacunación como el Centro Expositor, la Universidad Anáhuac o el Hospital General del Sur, en Ciudad Universitaria hubo una mejor organización que hizo a los jóvenes una espera más ligera.
Los accesos de CU fueron resguardados por elementos de seguridad que constantemente pasaban a desinfectar las filas de la población formada.
Los jóvenes tenían que avanzar por bloques de alrededor de 100 personas. A su ingreso, cada uno debía mostrar los documentos solicitados por la Secretaría de Salud: el expediente de vacunación, comprobante de primera dosis, copia del CURP y copia del comprobante de domicilio.
Después de todo el papeleo, los jóvenes sólo caminaron unos cuantos pasos para ser vacunados.
El personal que aplicó las vacunas iba mostrando una a una las jeringas selladas antes de llenarlas.
Una espera más corta 10 a 15 minutos, ya en la silla, concluyó la jornada de vacunación. Todos se quedaron bajo observación médica, ninguno presentó algún efecto secundario.
Fotos: Agencia Enfoque