El gobierno de Estados Unidos ha anunciado una significativa reorientación de su asistencia militar en Medio Oriente, destinando más de 100 millones de dólares para fortalecer las capacidades de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) y otros cuerpos de seguridad en Líbano. Esta ayuda, originalmente destinada a Israel y Egipto, tiene como objetivo apoyar la implementación del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbollah, en el que las FAL juegan un papel clave.
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En dos avisos enviados al Congreso, fechados el 3 de enero, el Departamento de Estado informó que 95 millones de dólares previstos para Egipto y 7,5 millones que iban a Israel serán dirigidos hacia Líbano. El propósito principal es fortalecer a las FAL, consideradas la única fuerza militar legítima del país, en su tarea de mantener la estabilidad y evitar la desestabilización por parte de grupos como ISIS y Hezbollah.
La asistencia de Estados Unidos se enmarca en el contexto de un frágil alto el fuego, acordado en noviembre, después de un conflicto de dos meses que afectó gravemente al sur y este de Líbano. Este acuerdo establece la retirada de las fuerzas de Israel y Hezbollah del sur del país antes de finales de enero, bajo la supervisión de las FAL y la misión de paz de la ONU.
«La implementación exitosa de este acuerdo requiere unas FAL empoderadas», señaló el Departamento de Estado. Esta asistencia es vista como fundamental para que las FAL complementen el trabajo de los cascos azules de la ONU, que patrullan la Línea Azul, una frontera no oficial entre Israel y Líbano desde el fin de la guerra de 2006.
Otro aviso anunció que Estados Unidos proporcionará 15 millones de dólares a las Fuerzas de Seguridad Interna de Líbano. Estos fondos se utilizarán para reconstruir estaciones de policía, mejorar las comunicaciones y adquirir vehículos, asegurando que la policía sea la entidad principal de aplicación de la ley en el país.
A pesar de las críticas de que las FAL podrían estar infiltradas por Hezbollah, el gobierno estadounidense defendió su asistencia, destacando que las FAL son «una institución independiente y no sectaria, respetada en todos los sectores de la sociedad libanesa», y un importante contrapeso a la influencia de Hezbollah, que recibe apoyo de Irán.
Este nuevo enfoque de asistencia militar subraya el interés de Washington en preservar la estabilidad en Líbano y la región, así como en limitar la influencia de Hezbollah e Irán en el país.
Foto: Redes
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