Una exhibición de objetos de madera aztecas notablemente raros se inauguró el viernes en la Ciudad de México, marcando la primera vez en que la mayoría de estas piezas rituales bien conservadas e imbuidas de significado divino se presentan desde que fueron enterradas en ofrendas hace más de cinco siglos.
Los artefactos, todos elaborados en madera, incluyen máscaras finamente talladas, cetros esculpidos empuñados por lo que se cree eran dioses antiguos y armas, incluidos lanzadardos, que fueron enterradas junto a animales sacrificados vestidos como deidades y guerreros, tanto masculinos como femeninos.
Equipada con estrictos controles de humedad para proteger las piezas, la vitrina de madera se exhibe en el Museo del Templo Mayor del centro de la capital mexicana, construido junto a las ruinas del santuario más sagrado de los aztecas.
Tras casi 50 años de excavaciones, los arqueólogos han descubierto en el recinto unas 200 ofrendas, muchas de ellas en cajas de piedra selladas.
“Son materiales muy, muy frágiles, muy delicados. Por eso es que nos emociona tanto poder compartir este tema”, dijo María Barajas, una de las curadoras de la exposición, de pie junto a una hilera de pequeñas máscaras talladas.
Barajas observó que la mayoría de los artefactos de madera se descomponen rápidamente y solamente con temperaturas y niveles de humedad muy constantes, unas pocas piezas afortunadas han podido posponer los estragos del tiempo.