El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) determinó que la Secretaría de Salud debe dar a conocer el documento histórico sobre la leche radioactiva de Chernóbil. Este caso es uno de los más polémicos y opacos en la historia contemporánea de este país.
Entre 1986 y 1977, después del accidente en la plata nucleoeléctrica de Chernóbil, Ucrania, el gobierno trajo a México leche radioactiva. En aquel entonces, la leche en polvo se traía desde Irlanda.
La explosión de Chernóbil provocó una nube radioactiva que se propagó por varios países de Europa, entre ellos Irlanda. Las sustancias nucleares permanecieron en el suelo, se acumularon en el ambiente y finalmente se consumieron por las vacas que dan leche.
Las vacas produjeron leche con altos niveles de radioactividad. Fue la entonces Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) quien adquirió este producto contaminado para las familias mexicanas.
De acuerdo con las investigaciones del INAI, hay indicios de la SSA celebró una reunión en 1987 con la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias y la Conasupo. En ella se discutió la posibilidad de diluir la leche en polvo contaminada con cesio radioactivo para evitar graves daños a la población.
El Congreso de la Unión emitió un documento acerca de la investigación que se realizó entre 1986 y 1987 sobre el arribo de este producto al país. En ella se precisa que el 18 de febrero de 1988, la Secretaría de Salud ordenó su devolución.
Ante esto, una persona solicitó a la Secretaría de Salud información sobre el caso de la leche radioactiva. Por ello el pleno del INAI determinó que la SSA debe informar sobre la disponibilidad de la información.
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