Ifigenia Martínez: una vida de lucha incansable por los Derechos de las Mujeres

Su muerte se produce apenas cuatro días después de que entregara la banda presidencial a Claudia Sheinbaum en su toma de protesta

Ifigenia Martínez: una vida de lucha incansable por los Derechos de las Mujeres

Autor: Fernando Cabrera

La política mexicana Ifigenia Martínez y Hernández, una de las figuras más emblemáticas de la izquierda en el país, falleció el sábado 5 de octubre a los 94 años. Su muerte se produce apenas cuatro días después de que entregara la banda presidencial a Claudia Sheinbaum en su toma de protesta, un evento que marcó un hito en la historia política de México.

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Claudia Sheinbaum, actual presidenta de México, rindió homenaje a Martínez a través de sus redes sociales, recordando su fortaleza y compromiso con la justicia social. La mandataria reconoció la tarea política de Martínez: una vida de lucha en la izquierda y por los derechos de las mujeres. “Hoy nos dejó. Le envío a su familia, compañeros y amigos todo mi cariño y solidaridad”, escribió Sheinbaum.

Ifigenia Martínez, quien fungía como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, fue reconocida por su intervención política en torno a la economía del país. Martínez dejó un legado que incluye ser la primera mujer mexicana en obtener una maestría y un doctorado en Economía en la Universidad de Harvard.

Martínez nació el 16 de junio de 1930 en la Ciudad de México y se destacó no solo como economista, sino también como diplomática, legisladora, catedrática y luchadora social. Participó activamente en el movimiento estudiantil de 1968 y ocupó diversos cargos en la administración pública. Su carrera fue una amalgama de conocimiento y acción.

En 1950, se convirtió en cofundadora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una institución clave en el desarrollo y análisis de las políticas económicas de la región. Desde 1957 hasta 1962, impartió clases de finanzas públicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde contribuyó a la formación de nuevas generaciones de economistas. Además, su labor como catedrática en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos consolidó su influencia en el pensamiento económico latinoamericano, promoviendo un enfoque crítico y contextualizado en el estudio de las realidades económicas de la región.

En 1967, Martínez hizo historia al convertirse en la primera mujer en dirigir la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, un hito significativo en un ámbito predominantemente masculino. Su liderazgo se robusteció en 1968, cuando se destacó como una de las principales defensoras de la máxima casa de estudios en un momento crítico, marcado por la ocupación del campus de Ciudad Universitaria por el Ejército.

La vida de esta destacada figura se entrelaza con momentos clave en la historia de México y de América Latina. Como directora de la Facultad de Economía de la UNAM y embajadora ante las Naciones Unidas, su influencia se extendió más allá de las aulas y los foros internacionales, convirtiéndose en un referente de la política y la economía en el país.

Entre 1965 y 1970, se desempeñó como jefa de Asesoría Económica de Presidencia y, durante el gobierno de Luis Echeverría, fue directora de Programación Administrativa en la Secretaría de Hacienda. Cabe destacar que Martínez obtuvo en 1961 la distinción como «Mujer del Año», siendo considerada una de las 10 mujeres intelectuales más importantes de América Latina.

Su activismo la llevó a ser diputada federal de 1976 a 1979, en un periodo donde su voz se alzó por la defensa de los derechos de los ciudadanos. Perteneció al Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante 20 años, desde sus inicios en el movimiento estudiantil de 1968 hasta 1988, un año decisivo en su carrera, cuando se convirtió en la primera mujer electa por la Ciudad de México para el Senado, representando a la izquierda.

En 1989, junto a figuras como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD), una plataforma que buscaba la renovación política en un país en transformación. Su vínculo con el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador se consolidó en años posteriores, llevando su legado a nuevas fronteras. A pesar de su cercanía con el PRD y su militancia por casi tres décadas, en 2018 decidió unirse a Morena, reafirmando su adaptabilidad y compromiso con los cambios que México requería.

En 2009, fue galardonada con la Medalla «Benito Juárez» por la Sociedad de Geografía y Estadística. Posteriormente, en marzo de 2019, recibió la Medalla «Sor Juana Inés de la Cruz» de la Cámara de Diputados, en reconocimiento a su contribución como mujer eminente.

Su destacada trayectoria académica y política fue reconocida en 2021 con la presea “Belisario Domínguez”, un homenaje a su incansable lucha por un país más justo.

Su legado es una inspiración para las nuevas generaciones de líderes y activistas, consolidando su papel como una figura clave en la historia reciente de México y América Latina.

Fotos: X

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