El implante coclear bilateral está revolucionando la manera en que las personas con sordera profunda se conectan con el mundo. Este dispositivo electrónico, que convierte vibraciones en impulsos eléctricos enviados al cerebro, imita la función natural del oído, permite a los usuarios recuperar la audición y participar en conversaciones.
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Gonzalo Corvera Behar, director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología y fundador de la Asociación Mexicana para la Audición Ayúdanos a Oír (Amaoír), lideró el avance de esta tecnología en Latinoamérica durante casi 40 años. Corvera se maravilló al descubrir que un pequeño dispositivo podía restaurar la capacidad auditiva en personas con sordera profunda, llevando a su desarrollo del programa de implante coclear más antiguo de la región.
Según Corvera, el implante coclear bilateral demostrado ser más eficaz que el de un oído. Mientras que hace décadas los pacientes solo podían entender el 40% del sonido con un implante, hoy en día los implantes bilaterales permiten una comprensión de hasta el 85%. Este avance es crucial en entornos ruidosos, facilitando la comunicación en reuniones y eventos sociales.
El dispositivo se compone de dos partes: un implante interno con electrodos que estimulan el nervio auditivo y una parte externa que capta los sonidos. Corvera subrayó la importancia de las células ciliadas en la cóclea, que convierten las vibraciones en impulsos nerviosos, permitiendo la diferenciación de tonos.
La intervención quirúrgica para colocar el implante ha avanzado, con incisiones más pequeñas y una recuperación más rápida. Aunque los pacientes no escuchan inmediatamente, el cerebro se adapta al dispositivo durante el proceso de activación que ocurre una semana después de la cirugía.
Amaoír juega un papel crucial en la financiación de estos implantes costosos. La asociación reduce significativamente el costo, permitiendo que muchas personas accedan a la tecnología a través de estudios socioeconómicos y cirugía gratuita en colaboración con el hospital ABC. A pesar de algunos casos menos exitosos debido a problemas anatómicos o del nervio auditivo, el implante sigue siendo una herramienta transformadora para mejorar la calidad de vida de las personas con pérdida auditiva.
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Foto: Redes
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