El Instituto Nacional Electoral (INE) se enfrenta este año a un nuevo desafío en el proceso de conformación de partidos políticos nacionales, en un contexto marcado por una reducción de personal y presupuesto. A pesar de estas dificultades, el instituto busca garantizar un proceso transparente y sin interferencias de actores no permitidos, como líderes religiosos y sindicales.
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La consejera Dania Ravel, presidenta de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE, advirtió que las asociaciones que deseen convertirse en partidos deberán cumplir con estrictos lineamientos para evitar la intervención de ministros de culto o sindicalistas en roles decisivos. Esto, luego de que en el proceso de 2019 se detectara la influencia de estos grupos en algunas de las organizaciones que buscaban su registro.
Las asociaciones políticas nacionales interesadas en obtener el registro tendrán hasta el 31 de enero para presentar su intención. Posteriormente, deberán realizar al menos 20 asambleas estatales o 200 distritales que serán revisadas minuciosamente por el INE. En caso de comprobarse la intervención de actores religiosos, las asambleas serán anuladas, aunque ello no implique la cancelación total del proceso de registro.
En el proceso anterior, el INE detectó que ministros de culto y representantes sindicales participaron en las asambleas organizadas por diversas asociaciones políticas. Entre los casos más notorios, se destacó la intervención de agremiados del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Redes Sociales Progresistas y del sindicato CATEM en Fuerza Social por México.
El proceso actual de formación de nuevos partidos coincide con la primera elección de jueces y magistrados del Poder Judicial, lo que, según la consejera Ravel, supone una carga de trabajo adicional para el instituto. Aunque el INE enfrenta estos retos con menos recursos, confían en la experiencia adquirida en procesos previos.
La legislación actual establece que las organizaciones interesadas en convertirse en partidos deberán afiliar a por lo menos el 0.26 % del padrón electoral, es decir, 256 mil 30 personas, además de acreditar la realización de asambleas con este mismo porcentaje de participación en cada estado o distrito.
Dania Ravel subrayó que el verdadero reto para las organizaciones que obtengan su registro no será el proceso de conformación en sí, sino la capacidad de obtener el respaldo ciudadano en las elecciones legislativas de 2027. La consejera recordó que en 2021, varios partidos nuevos perdieron su registro al no alcanzar el mínimo del 3 % de votación.
Con un proceso de más de un año por delante, el INE vigilará de cerca que las nuevas formaciones políticas cumplan con la normativa para evitar que actores religiosos o sindicales tengan una influencia indebida en el proceso.
Foto: Redes
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