Ariadna Ayala, actual presidenta municipal de Atlixco, enfrenta una creciente crisis de inseguridad en el municipio, donde el robo de autos y motocicletas se ha duplicado durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
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Pese a las promesas de campaña sobre mejorar la seguridad en este Pueblo Mágico, las cifras muestran una realidad preocupante. Según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), entre enero y marzo de este año se registraron 118 denuncias por robo de vehículos, mientras que en 2024 fueron 59. Esto significa que actualmente se reporta un robo cada 18 horas, frente a uno cada 36 el año pasado.
A esto se suma el hecho de que más de una cuarta parte de estos delitos fueron cometidos con violencia: 36 personas fueron despojadas de sus autos mediante agresiones o amenazas. Las motocicletas siguen siendo las más robadas, con 82 casos reportados, lo que representa el 70% del total.
Los números reflejan una falta de control en el tema de seguridad pública por parte de la administración municipal, que ha sido rebasada por una delincuencia cada vez más organizada y violenta. A pesar de las reiteradas declaraciones públicas de la alcaldesa sobre “acciones contundentes” para combatir el crimen, los resultados hasta ahora son, por decir lo menos, insuficientes.
La tensión social ha escalado al punto de que algunos ciudadanos han optado por tomar justicia por mano propia. Un ejemplo de ello ocurrió el pasado 25 de marzo, cuando un hombre señalado como presunto ladrón fue linchado y asesinado en plena vía pública, en la colonia Solares Chicos. De acuerdo con testimonios, era acusado de múltiples robos en la zona. Aunque el hecho revela una profunda desesperación ciudadana, también evidencia el vacío de autoridad y la poca confianza en las instituciones.
Además del robo de vehículos, otros delitos también muestran un alza significativa: el robo a negocios creció un 55% respecto al año anterior, con 31 denuncias en 2025 contra 20 en 2024. En tanto, el robo a casa-habitación se mantiene en niveles similares (16 este año, 15 el anterior), mientras que el municipio reportó tres homicidios dolosos en este primer trimestre.
Aunque hay una disminución en las carpetas de investigación por desaparición forzada —cinco este año frente a ocho en 2024—, esto no basta para compensar el deterioro general en la percepción de seguridad que viven habitantes y visitantes de Atlixco.
La alcaldesa Ariadna Ayala, quien solicitó la confianza del electorado para un segundo periodo, no ha logrado contener la violencia ni frenar el crecimiento de los delitos más comunes. El aumento en los robos y la falta de estrategias efectivas en el combate a la delincuencia comienzan a erosionar la imagen de un gobierno local que, hasta hace poco, presumía estabilidad y progreso.
A pesar de ser uno de los principales destinos turísticos de Puebla, Atlixco enfrenta hoy una realidad muy distinta a la que promueve en campañas institucionales: una ciudad donde los delitos van al alza y donde la ciudadanía ya no se siente segura ni protegida.
Foto: Redes
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