Investigadores de la BUAP proponen plan integral para la recuperación de la cuenca del río Atoyac

Investigadores de la BUAP proponen un plan integral para atender la contaminación del río Atoyac mediante estrategias tecnológicas, restauración ecológica y participación ciudadana.

Investigadores de la BUAP proponen plan integral para la recuperación de la cuenca del río Atoyac

Autor: El Ciudadano México

La contaminación del río Atoyac, derivada de la actividad industrial y la falta de regulación ambiental, lo ha convertido en una de las cuencas más contaminadas de México. La contaminación del agua afecta tanto a la biodiversidad como a la salud humana, generando preocupaciones sobre la disponibilidad y calidad del recurso hídrico en la región. Para abordar esta problemática, un grupo multidisciplinario de investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) ha desarrollado un plan integral que contempla 41 acciones y 674 actividades enfocadas en salud, derechos humanos y cambio climático.

El uso intensivo del suelo para actividades agropecuarias sin medidas de remediación ha generado un impacto ambiental considerable en la cuenca. A esto se suma el crecimiento demográfico y la instalación de más de 10 mil industrias de los sectores químico, textil y automotriz, cuyas descargas residuales han incrementado los niveles de contaminación. 

Como consecuencia, el agua, el aire y el suelo han sido afectados, provocando alteraciones en la biodiversidad y exponiendo a 2.5 millones de habitantes en la región Puebla-Tlaxcala a condiciones ambientales adversas.

Además de la contaminación, la cuenca del Atoyac enfrenta pérdida de flora y fauna, alteración del régimen hidrológico y una disminución en la calidad del agua subterránea. La falta de control en la descarga de residuos industriales y la limitada infraestructura de tratamiento de aguas residuales han exacerbado la problemática. Los investigadores advierten que sin una intervención efectiva, la degradación ambiental continuará en aumento, afectando la sostenibilidad de los recursos naturales en la región.

El proyecto, en el que participan investigadores de la BUAP, UNAM y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, plantea diversas estrategias para mitigar el impacto ambiental. Entre las acciones contempladas se encuentran la reforestación de zonas degradadas, el control de la erosión y la instalación de 100 puntos de medición en la cuenca para monitorear la calidad del agua y el suelo.

Además, el plan incluye la evaluación de los impactos en la salud de la población y el desarrollo de estrategias para mejorar las condiciones ambientales. Según los investigadores, la restauración de la cuenca no solo contribuirá a la reducción de la contaminación, sino que también favorecerá la calidad de vida de los habitantes y la preservación de los ecosistemas.

El doctor Jorge Alejandro Torres Jaramillo, investigador del Instituto de Ciencias (ICUAP), ha propuesto el uso de zeolitas en la fabricación de filtros diseñados para capturar metales pesados y contaminantes como dióxido de carbono (CO2), ácido sulfhídrico y metano

Estos filtros podrían instalarse en el sistema de alcantarillado del Centro Histórico de Puebla y han demostrado en pruebas de laboratorio una eficiencia del 95% en la retención de contaminantes.

Además de su efectividad, los investigadores destacan que estos filtros tienen un costo hasta 70% menor en comparación con los filtros industriales convencionales. Su tiempo de vida varía entre algunas horas y varias semanas, dependiendo de la concentración de sustancias presentes en el agua. Asimismo, el material recuperado tras la filtración podría ser reutilizado en otras aplicaciones, como la producción de nutrientes para actividades microbianas.

El crecimiento poblacional en Puebla ha generado una mayor demanda de agua. Con 1.5 millones de habitantes, cada persona consume en promedio 300 litros de agua al día, mientras que la producción de desechos alcanza dos kilogramos diarios por habitante. Este nivel de consumo y generación de residuos plantea desafíos en términos de abastecimiento y saneamiento del agua.

Para enfrentar este problema, los especialistas en ingeniería hidráulica José Salvador Mozo Arista y Juan Francisco Leyva Cuevas trabajan en la implementación de tecnologías para el tratamiento de aguas domésticas y descargas industriales. Su propuesta se basa en la adaptación de diferentes métodos de purificación según las condiciones específicas de cada municipio dentro de la cuenca, con el fin de optimizar el uso del agua y reducir la contaminación.

El proyecto también establece la necesidad de tratar las aguas residuales desde las primeras poblaciones situadas en el afluente hasta la presa de Valsequillo. Según los investigadores, una estrategia eficaz de saneamiento podría reducir significativamente la presencia de contaminantes en la cuenca y mejorar la disponibilidad del recurso hídrico para la población.

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Los investigadores subrayan la necesidad de involucrar a la sociedad, a las autoridades ambientales y a los distintos niveles de gobierno en la implementación y seguimiento de estas estrategias. La contaminación del río Atoyac no es solo un problema ambiental, sino también un desafío de gestión pública que requiere coordinación entre actores gubernamentales, académicos y ciudadanos.

«No basta con desarrollar tecnología; es necesario un esfuerzo conjunto de las instituciones y la ciudadanía para mejorar la calidad del agua y del medio ambiente«, señaló Torres Jaramillo. La sensibilización y participación de la comunidad son clave para asegurar que las soluciones propuestas sean sostenibles a largo plazo.

Fotografía: Redes

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