José Clemente Orozco, el muralista de las causas sociales

Su afinidad ideológica le permitió generar vínculos con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo.

Iván Frutis

07/09/2022 9:30am

José Clemente Orozco es uno de los máximos exponentes del muralismo mexicano. Nació el 23 de noviembre de 1883 en Zapotlán el Grande, actual ciudad Guzmán, Jalisco. Y murió un día como hoy, 7 de septiembre, en el año de 1949 en Ciudad de México.

Podría decirse que su vocación para la pintura fue innata. Su primer contacto con el arte lo tuvo desde pequeño, cuando llegó a Ciudad de México en 1890. Junto a la casa donde vivía con su familia había una imprenta que trabajaba con los trabajos de José Guadalupe Posada, ahí comenzó todo.

Tal fascinación la combinó con sus estudios superiores en la Escuela de Agricultura y después en la Escuela Nacional Preparatoria. Después de su contacto con los trazos y el dibujo, se inclinó por inscribirse en la Academia de Bellas Artes de San Carlos.

José Clemente Orozco trabajó como caricaturista e ilustrados para medios impresos como «La Vanguardia», donde compartió con Gerardo Murillo «Dr. Atl», «El Imparcial» y «El Hijo del Ahuizote».

En 1922 intervino en el proyecto de la Escuela Nacional Preparatoria, el cubo de la escalera de la Casa de los Azulejos y un mural de la Escuela Industrial de Orizaba. En 1930 viajó a Estados Unidos para crear su obra «Prometeo», en el Pomona College en Cleremont, California. Así se convirtió en el primer mexicano en pintar un mural en aquel país.

Entre las obras más importantes de José Clemente Orozco se encuentra el mural «Katharsis» en el Palacio de Bellas Artes. Los frescos del Anfiteatro de la Universidad de Guadalajara; la escalera del palacio de gobierno de Guadalajara y los murales del Hospicio Cabañas, al que llaman «la Capilla Sixtina de las Américas».

Su afinidad ideológica le permitió generar vínculos con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo. Al igual que ellos, fue un gran creador del periodo entreguerras. Hizo florecer el arte pictórico con creaciones sociales marcadas por una ideología que llamaba a la conciencia histórica y social.